•『60』•

0 0 0
                                    

   La otra cara del enemigo  •❅──────✧✦✧──────❅•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   La otra cara del enemigo
  •❅──────✧✦✧──────❅•

—¿Qué te gustaría comer?—pregunto mientras lavo los vegetales.

—Lo que quieras, tengo demasiada hambre, podrías darme un pedazo de cartón e igual lo comería.—El me responde mientras sale del baño ya bañado. Ahora que su piel está limpia, puedo ver realmente cuantos golpes tiene, posee el cuerpo cubierto de quemaduras que van sanando de a poco.

—Haré revueltos de huevo y verduras, ¿está bien?.

—Oh, es que no me gustan el huevo.

Me freno de golpe y dejo los huevos en su lugar.

—Entonces preparo algo más...

¿Desde cuándo me importa lo que le guste a la gente?

—Es broma—el sonríe como un niño, un estúpido niño.—Eres muy tierna.

—Idiota.

Será mejor que deje de hacer el ridículo con este hombre.

                      (...)
    ━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━

La hora de comer pasa y ambos nos sentamos en el sillón para ver un poco de televisión, él no las conoce, así le muestro como se hace para cambiar de canal, parece un niño que está aprendiendo a vivir.

—Voy por un abrigo—digo antes de levantarme y comenzar a caminar, mi garganta está seca, toso un par de veces.

—¿Por qué está tan frío aquí?—pregunta al darse cuenta de mi estado.

—es que el aire acondicionado está en diez—murmuro muy bajo, espero no lo haya escuchado.

He puesto el aire en frío porque pensé que así sus heridas no dolería tanto, pero ahora me siento como una completa idiota, que vergüenza...

—No es necesario, estaré bien con que esté en veinte, no tienes que enfermarte para que yo esté bien...

—Lo sé, yo...

¿Qué digo?, ¿Qué me preocupé por el?, Jamás.

—Olvidalo.

—Oye, hay algo que quiero saber, espero puedas decírmelo...

Asiento esperando su pregunta.

—¿Qué le pasa a esa chica que llevaron en el pasillo?, ¿Van a matarla?

Sabía que tarde o temprano preguntaría por ella, es imposible que no lo hiciera, eran amigos, tal vez más que eso u le preocupa, jamás seré tan importante para él, fue estúpido pensar que si.

—Debemos dormir, mañana tengo mucho trabajo—digo tajante.

—Okay, evita mis preguntas, de todas maneras no tenía pensado confiar en ti.

Maldito manipulador...

—Ella será entrenada con todos los demás marcados, pero primero tengo que hacerle unos exámenes, la llevaban al laboratorio-suelto por fin, omitiendo detalles que puedan afectar a su comportamiento.

—¿Qué tipo de exámenes?—pregunta mirándome a los ojos.

—¿Por qué debería decírtelo?

—Para saciar mi curiosidad, tal vez, o quizá podría descubrirlo por mi mismo, debe ser divertido salir a recorrer los pasillos, ¿no?.

—Sabes que no debes salir de aquí, si se enteran que saliste nos mataran a ambos, esa era mi condición para quedarte conmigo...

El pánico se asoma en mi mente cuando él sonríe.

—Lo sé, por eso será mejor que me digas lo que quiero saber, después de todo yo no tengo nada que perder.

Maldita sea, es un idiota inteligente.

—Algo en sus recuerdos está mal, cuando le hice la prueba para saber el alcance de sus poderes, lo que ella vió era extraño, parecía modificado por alguien y necesito hacerle exámenes para saber exactamente que cosa lo modificó.

—¿Crees que fue algún marcado?

Siento nuevamente a su lado.

—Pienso que fue su hermana, tal vez tenía intenciones de huir o algo así y decidió hacerle creer a su hermanita menor que había muerto.

—Eso es cruel...

—Si bueno, el mundo es así, te sorprendería saber la cantidad de crueldades que hay en este pueblo, en la zona roja, mueren más personas que las que nacen.

El me mira como si ya lo supiera, tal vez su historia es aún más perturbadora que la mía, jamás lo sabré.

—La zona roja es un lugar horrible, pero no más que este sitio, lo que has construido, es una cámara de tortura para personas marcados y lo peor, es que lo maneja una.

—No hablaré contigo sobre mis métodos o mis razones, nadie logrará entenderme a menos que hayan vivido lo que yo, ya estoy harta de esto, me voy a dormir.

Me levanto y me dirijo a mi habitación, el me sigue y se acuesta en el sillón que hay a un lado.

—puedes dormir aquí, no me molesta...

—¿Para que me estrangules mientras duermo?, Gracias, paso.

Sonrío levemente ante su comentario.

¿Qué tiene este chico que me hace sentir de está forma, es extraño, tal vez sea alguna enfermedad.

—Hablo enserio, bobo, ven a dormir a la cama.

No sé de dónde saco el valor para decir algo así, pero por alguna razón, que aún no comprendo, quiero protegerlo, quiero ser esa razón que le dé ganas de vivir la vida, tal vez sea solo un capricho, pero jamás había tenido tanta diversión desde que estoy aquí, jamás me había reído con alguien sin tapujos, sin miedo a que me mate. Quizá debería tener más cuidado, pero mi cuerpo actúa sin pensar en presencia de él.

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora