𝐀𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞

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Esa maldita tarde me condujo hacía el hospital, cuándo desperté estaba en una camilla, me fijé que Adrien agarraba mi mano

M: ¿Hola…que ha pasado? – dije desconcertada
A: Nena, te has desmayado, tenías la tensión baja, menos mal que una chica corrió a ayudarme y pudimos llamar a la ambulancia
M: ¿Esa chica…era Sarah?
A: ¿Quién? No me dijo su nombre, pero está aquí en la sala de espera, ¿le digo que pase?

Quería saber si Sarah tuvo el valor de venir a ayudarme o solamente tenía el valor de espiarme

M: Sí, quiero saber quién fue.

Adrien salió, en ese instante me entraron
muchos nervios, en parte tenía ganas de saber si fue ella, pero también no quería hacerme ilusiones.
Una chica entró a la habitación, se puso a mi lado

S: Hola…me dijo que querías verme… ¿cómo estás?
M: Gracias por preocuparte Sarah, bien gracias.

Un incómodo silencio se apoderó de aquella sala...

S: Emm, señor, ya se puede ir – dijo señalando a Adrien
A: Vine con ella – dijo enfadado
S: Por eso, vete a tu casa, yo la llevo en mi coche
A: Bueno, no me dejan más opción, me voy, adiós nena – dijo mientras me daba un beso en la mejilla
M: Adiós Adrien, ya hablaremos

En cuánto Adrien se fue aproveche para decirle…

M: ¡¡¿Qué coño hacías espiándome?!!
S: Habla bien, estaba allí por pura casualidad, me topé contigo y…
M: Y decidiste espiarme – dije cortándola muy furiosa
S: Sí, hice muy mal, lo sé - dijo cabizbaja

Se la veía realmente afectada, me llegó a conmover la verdad. Después de unos minutos sin hablar, el doctor me dio el alta, cuando salí del hospital vi el coche de Sarah, era un Opel Mokka gris, cuándo la vi, pasé de ella y seguí caminando hacía mi casa, ella condujo hasta un poco más delante de donde yo estaba, se paró en el semáforo, por el cuál yo tenía que pasar

S: Venga Miriam, entra, debo de llevarte, por favor. No me la pongas más difícil

Sin responderle, entré en el coche, el aroma que había en el era realmente espectacular y estremecedor, me puse el cinturón y le dije mi dirección, continué el trayecto sin hablar, solamente de vez en cuando la miraba, era hermosa.

M: Oye…siento haberme comportado como una cría.
S: Wow, tú pidiendo perdón – dijo riendo – no pasa nada, lo que hice estuvo mal, muy mal.
M: Bueno, mmm, déjame pensar, espiar a una alumna fuera del horario escolar y después ayudarla, está mal, pero no exageres tampoco.
S: Jajaja, llegamos – dijo mientras se bajaba
M: ¿Vas a entrar? – dije desconcertada
S: Debo de hablar con tu madre y decirle lo que te sucedió
M: No, mi madre no estará, mejor vete
S: No, no, déjame y aunque sea te acompaño
M: Bueno, pero no hace falta

Caminé hacia la entrada de mi casa, Sarah estaba atrás de mi mirándome, me ponía realmente nerviosa. Miré en mi maldito bolso el cuál hoy era gigante y no encontré las llaves. Sarah dio un paso hacía delante poniéndose enfrente de mi, la miré y sin previo aviso ni permiso metió la mano en mi bolso encontrando a la primera las llaves.
Ambas nos reímos de aquella maldita estupidez, puse la llave en la cerradura y abrí la puerta, entre un poco dejando las llaves colgadas

M: ¿Quieres pasar a tomar algo?
S: Muy amable, pero no, es tarde y mañana hay que madrugar
M: Bueno, pues muchas gracias por todo
S: De nada, nos vemos Míriam.

Poco a poco se fue yendo hacia su coche, entró y la despedi con la mano, ella simplemente tocó la bocina.
Me fui a mi dormitorio, salté a la cama y me dejé llevar por mis pensamientos.
¿Qué me pasa con Sarah?, ¿la odio? ¿siento algo por ella? No lo sé, por ahora solo sé que pensando en ella me dormí

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¡Nuevo capítulo! ¿Qué os parece este pequeño primer encuentro? Os leo! 👀

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