𝐏𝐞𝐫𝐝𝐞𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬

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Por fin una buena mañana en la que al parecer Dios o sea quien sea que esté por ahí me ha escuchado y ha hecho realidad uno de mis tantos sueños, porque sí, despertar a su lado ha sido mi sueño hecho realidad, ver su carita de buena y su respiración calmada no tiene ningún precio, me derretía y no por el calor que estaba haciendo en esa minúscula habitación.

Me acerqué lentamente a su cuello para empezar a darle unos besitos, quería que tuviese un bonito primer despertar juntas, no estábamos en la mejor situación pero no ha podido ser de otra forma, siendo realista sería el primero y seguramente el último, pero será un bonito despertar. Bajé lentamente de su cuello y llegué a su abdomen donde continué con mi ronda de besos, una vez llegado al pantalón, los bajé llevándome con ellos el trofeo, su ropa interior de encaje.

Disfruté un poco de las vistas antes de pasar a la acción, su carita tan tierna que parece que nunca a roto un plato, sus hermosa curvas que me vuelven cada vez más loca, sin más esperas me lancé a ella, quería hacerla gozar así que comencé a chupar tu clítoris mientras con mis dedos intentaba estimular sus labios, estaba algo insegura tenía miedo por no estar haciéndolo bien, por no estar a su altura.

S: Hm, ouh - gimió - alguien se ha des-spertado de muy buen - se le escapó otro gemido - joder que buena manera.

No pudo seguir pronunciando palabra, la dejé muda cuando introduje sin avisar dos dedos de golpe y porrazo en su interior, los comencé a mover lentamente girando de vez en cuando, la habitación se había llenado de gemidos, ya ni se oían a los lindos pajaritos.
Pero, otra vez el mundo está en mi contra y pocos planes que elaboro salen a la perfección, el sonido desesperado del timbre me hizo alarmarme bastante, no esperábamos a nadie y estar ambas en esta situación tan comprometedora, nos podría traer muchos problemas.

M: Voy a ver quien es, no te muevas de aquí, vístete por si acaso pero ni un solo movimiento - me levanté y abrí la puerta - todavía no he terminado contigo - sonreí lascivamente mientras salía a toda velocidad.

Bajé las escaleras tan rápido como pude, aterrorizada, en estos instantes desearía que fuese un secuestrador o alguna persona que no me venga a joder mucho la mañana, para mi desgracia, al abrir la puerta me encontré a...

M: JESS! Qué haces aquí tan temprano?
Estaba realmente jodida, esto no acabaría muy bien.
J: Venía a charlar y ponerte unas condiciones, hay un pacto que debemos cerrar - autoinvitándose entró como si fuese su casa - verás, hay alguien por aquí que yo deba saber? A parte de la asaltacunas de Sarah, ya te la has follado? Ni lo hace tan bien eh.

Toda mi sangre comenzó a arder, en mis venas no corría la sangre si no, un material altamente inflamable que tarde o temprano le explotaría en toda la cara.

M: Veo que alguien está muy mal follada cariño, haber si desahogamos ese estrés un poquito eh, ten mucho cuidado con lo que dices de ella, porque ahora me estoy controlando pero en un futuro no creo poder evitar pegarte.
J: Bueno,veamos si te puedes controlar - saca su móvil del bolsillo de su chaqueta, mi mirada está fija en sus movimientos - cuando divulgue todas estas maravillosas fotos - pasaba cada una de nuestras fotos - a Blanca le van a fascinar, pero oye, veamos si eres tan valiente.

Mi mundo se derrumbó, era evidente que tenía copias pero no pensaba encararla hoy, no de esta manera ni mucho menos después de la noche tan mágica que acababa de tener.

M: Está bien, sentémonos en la sala a dialogar, podemos llegar a un acuerdo - intenté calmarme a mí misma.
J: Antes señorita, tráigame a su novia, ella es parte de la conversación, no veo el por qué no debería de estar aquí con nosotras, te espero en el sofá.

Con miles de lágrimas retenidas en mis ojos y una impotencia que no me daba tanto espacio en mi cuerpo, subí como pude las escaleras, la puerta estaba abierta, era obvio que había salido a enterarse del chisme, una vez dentro, la encontré ya vestida y sentada en la cama con la cabeza gacha.

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