CAPÍTULO 16

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El rey II

Un escalofrío me recorre de los pies a la cabeza al ver la escena que se genera frente a mí, avanzo rápidamente para quitar las manos de Logan del cuello del chico. Lo miro detalladamente antes de negar con la cabeza.

—Me voy a desangrar aquí.

—Copera y te vas —es lo único que digo, mientras sigo viendo las facciones de Logan.

Sus cejas fruncidas viendo al chico, el sudor que le recorre de la frente me hace apartar la mirada, ¿De que no me he enterado? Un fuerte golpe en la puerta me hace dirigir la mirada hasta ahí viendo como mi hermano viene corriendo antes de insertarle un golpe en el estómago al chico.

¿Qué demonios...?

Veo cómo lo golpea hasta que el chico casi queda inconsciente, lo aparto antes que haga algo peor, necesito información, luego puede jugar. La otra bestia que tengo cerca quiere seguir golpeando al chico cuando lo agarro también.

—Calmados.

El chico sin nombre escupe sangre, mientras la chica llora. Sus miradas de miedo se concentran en los tres.

—Habla, Vero —dice, en un murmuro.

La chica suelta un suspiro de pesadez y comienza a hablar: —Somos seguidores fieles al rey —No parece—. Cada orden que él da tenemos que cumplirla, esta es una orden que debimos cumplir... Él te quiere, Dakaria.

—¿Quién es tu rey?

—El rey ama a Dakaria, el rey la protege, el rey la necesita y el rey... la quiere como su reina.

La sangre se me hiela porque ya entiendo quién es el rey, retrocedo dejando a Logan y Axel delante de mí, me miran por encima del hombro y creo que se han dado cuenta de mi cara pálida. No, no, no, otra vez ¡No!

Mis manos se posan en los antebrazos de los chicos que están delante de mí, para así apretarlos un poco.

—No los dejen salir —digo, en un susurro, mientras siento la palidez de mi cara tornándose roja de la rabia. No dejaré que pase otra vez.

¿Estas bien? —susurra Axel—Porque la verdad no entendí de que rey hablan.

Solo se hace el desentendido delante de Logan o mas bien, quiere olvidar aquel supuesto Rey.

Concuerdo con Axel —Habla Logan con un atisbo de duda en su rostro.

Observo a mi hermano solo para decir: —Llévalos abajo —comienzo a caminar hacia la puerta con la frente en alto. Esto se va a poner feo.

[...]

El amanecer está saliendo, la brisa fresca me está comenzando a azotar los brazos y la cara, todo mi cuerpo anhela descansar unos minutos o quizás unas horas. No he podido dormir, he estado de aquí para allá dando órdenes y tratando de saber dónde se encuentra... El rey. Y también los dolores en el cuerpo me tienen mal. No soy la típica chica que hace algo y no lo consulta, todos en este lugar —bueno, las personas de mayor confianza—, saben que estoy tratando de rastrear a ese Rey. Le hemos sacado el chip de rastreo que tenían los chicos en el abdomen, para así no tener complicaciones con que lo encuentren y se los lleven. Estoy en la azotea cuando escucho pasos provenientes de afuera, miro por encima del hombro para ver a Logan agarrando un abrigo.

—Te vas a enfermar.

—No necesito un abrigo, estoy bien.

No me presta la más mínima atención cuando viene a pasos apresurados a ponerme el abrigo a la fuerza. Mi cabello desarreglado apunta a demasiados lados, el pasa las manos por mi cabello y así termina de arreglarlo. Se da la vuelta para irse cuando suelto las palabras sin retenerlas.

—¿Por qué me besaste?

Se detiene en seco, para girarse lentamente.

—Me deje llevar —espero a que prosiga—, lo siento.

Sigue su camino hasta llegar a la puerta.

—Me gustó —digo, antes que cruce la puerta. Volteo para no mirar cómo se marcha. Suspiro.

[...]

Comienzo a ducharme en una de las habitaciones de la agencia que tenemos, este lugar es grande. Aquí pasaba cuando no podía irme a mi hogar.

Al terminar de cambiarme decido por el uniforme de la agencia, al salir con todo listo voy con destino a la oficina principal —la que era de mi padre—, todos se han ido a descansar, pero yo preferí quedarme para hacer unas investigaciones con todo y los dolores.

Tomo otra dirección hacia la cafetería para poder comer algo, unas hamburguesas con papas y refrescos. Es raro que estén dando eso hoy, pero, en fin, no importa. Llevo esas cosas hacia la oficina para comenzar a comer esta delicia.

Minutos más tardes escucho toques en la puerta, solo digo un pase, a lo que veo a Asher entrar.

—Tengo información del celular de tu padre —le pongo suma atención—. He hackeado el celular con todos sus datos y lo que me ha arrojado es un sinfín de mensajes de un mismo número. Las coordenadas siempre dan al mismo lugar, pero es peligroso que vayas tu sola. Bien, lo que te estaba contando. El número daba a nombre de Arnold Federico alias El rey —me levanto de mi asiento rápidamente viendo a todos lados, él no debió—. Según información hackeada Arnold está buscando a alguien, pero esa persona no tengo idea quien es.

Soy yo.

>> Quiere buscarla para así convertirla en su reina, estoy sospechando que a la persona que busca es a una de ustedes tres o incluso a tu madre. He informado esta parte a tu madre y reforzó la seguridad en tu hogar, seguramente cuando llegues a tu casa puede que encuentras muchas personas en la puerta —sigue relatando—, pero a lo que quiero llegar es... Arnold está en una población lejana, no habitan casi nadie y las únicas personas que están en ese lugar son cercanos a él.

—¿Algo más?

—Si, ya he mandado la dirección del lugar a tu celular y al de tu familia, solo no cometas una locura, no es el momento adecuado.

Solo asiento, él se levanta del lugar para así irse. Me quedo otra vez sola pensando en todo esto.

Arnold Federico, la vas a pagar bien caro.

[...]

Me estaciono en mi casa luego de buscar algunas informaciones en la computadora de mi padre.

>> Factura de compras.

Mas las informaciones de las personas que trabajan en el lugar, hojeé cada cosa, pero no vi nada importante. Miro a toda la seguridad que se ve en los alrededores, sigo mi camino y veo como mi madre está dando órdenes a todos.

—¡Dakaria! —escucho mi nombre, al girar lo veo corriendo hacia mí—Te estaba esperando —Alzo una ceja después de abrazarlo y él prosigue—, me gustas...

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Bien, si pude hacer la doble actualización, espero les guste el capítulo y que este sea algo de intriga en el final, je.

Con amor: Este intento de Escritora.

El secreto de Dakaria ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora