Capítulo 4.

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Noto que él ladea la cabeza y me mira, entonces yo alzo la cabeza y nuestras miradas se vuelven a cruzar como la primera vez que nos vimos. Me dedica una sonrisa y rompe el contacto visual conmigo, para volverse a centrar el la carretera.

* Narra Manu.

Conduzco rápido por la carretera, nada excesivo.

Alba me rodea con los brazos la cintura. Cada vez me aprieta con mas fuerza, miro para atrás y tiene los ojos cerrados fuertemente.

Por su expresión noto que está asustada y que probablemente sea la primera vez que monte en moto.

Conduzco despreocupado por la carretera central. Hay un atasco de mil demonios. Intento avanzar pero no puedo mas, por tanto me decido en quedarme en ese sitio.

Algunos coches se empiezan a mover, y a mi lado se para un coche negro con los cristales tintados.

Al principio no le presto atención, pero luego miro, y para mi sorpresa me encuentro con ellos.

No me lo puedo creer, estoy furioso, tengo ganas de golpear algo, o mejor dicho golpearlo a él.

Prefiero no contemplar esa posibilidad y decido avanzar rápido, muy rápido, en este momento no me importa nada, quiero correr y alejarme de esa lugar y esas personas.

Voy deprisa, demasiado diría yo. No me importa, y vuelvo a pisar el acelerador. Al pisarlo, noto como sus brazos me abrazan mas fuerte. Le echo una miradita y tiene los ojos apretados, esta vez mucho mas que antes. Esta asustada y mucho.

El aire le despeina su larga melena negra y rizada, el conjunto con su cara me hace fijarme en lo verdaderamente guapa que se ve esta chica.

Vuelvo la vista a la carretera, y voy bajando cada vez mas la velocidad.

Noto como sus brazos ahora me abrazan suavemente. Sus ojos están cerrados pero se ven mas relajados que antes.

Paro mi moto en frente de una heladería, a la cual mi madre de pequeño nos solía traer a mis hermanos y a mi.

Me quito el casco y noto como Alba todavía me abraza. Miro hacia atrás y ahora tiene los ojos abiertos y me quedo fijo mirándole los ojos,  nuestras miradas se vuelven a cruzar por tercera vez desde que la vi la primera vez.

Posteriormente me fijo en todos sus rasgos y detalles de su cara. Tiene una piel suave y blanquita. Sus ojos son color chocolate, no son muy grandes pero transmiten muchas sensaciones. Tiene unos grandes mofletes que se le sonrojan fácilmente, por tanto siempre los tiene colorados. Su boca es normal,bueno no. Su labio inferior es carnoso y el superior es un poco menos. Su boca siempre tiene un color rojo, y en ella siempre esta dibujada una sonrisa de dientes blancos perfectos.

Es tan perfecta esta chica.

Alba me deja de rodear la cintura con los brazos y se baja de la moto. Yo hago lo mismo.

La tomo de la mano y la conduzco hasta la entrada de la heladería.

Esa heladería me recuerda tantos momentos tiernos y felices.

Le suelto la mano a Alba y cierro y aprieto mis puños con mucha fuerza, al recordar esos momentos.

Alba me mira con ojos tristes, me imagino que por soltarle la mano, por tanto se la vuelvo a coger y la conduzco a la mesa del final.

Nos sentamos uno al lado del otro, y ella me dedica una sonrisa.

La camarera no tarda en llegar a atendernos y pedimos.

Alba se pide un batido helado de chocolate y yo otro. También pedimos una tarrina grande de un helado de chocolate, mi preferido y parece ser el de Alba porque cuando lo ve no tarda en pedirlo y sonreír como una niña.

-¿ Es tu preferido?

-¿ Qué?- me contesta distraída.

- El helado.

- Ah si, eso, pues claro. ¿ Y el tuyo?

- También.- le digo sonriendo y ella me sonríe con una de sus sonrisas perfectas.

La camarera nos trae los batidos y empezamos a beber de ellos.

Nos los terminamos entre risas y una conversación entretenida y divertida.

Seguidamente nos traen el helado y dos cucharas con él.

Cada uno empieza a comer el helado por un lado diferente.

Llegamos al final y solo queda una cuchara, yo la cojo y tomo un poco de helado para mí, después cojo la cuchara y se la acerco lentamente a la boca a Alba, ella se sonrojo y abre la boca para poder tomar el helado.

Después de pagar, la tomo de la mano y la llevo a su casa.

En la puerta de su casa, Alba se baja de la moto me da el casco y me da un beso en la mejilla que no olvidaré, pero conseguiré muchos más.

Olvidando a mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora