Un lobo en invierno

6.- Remordimiento y Revelaciones

Harry estaba tan molesto que ni siquiera se dio cuenta de lo que había hecho o adónde había corrido después de salir corriendo de su habitación. Solo estaba buscando un lugar para esconderse. No podía creer lo que había hecho su padre... lo ignoró cuando dijo que Silver no era peligroso, que era un amigo que le había salvado la vida. ¿No podía Severus ver que Silver era como el príncipe lobo Silverstrike? ¿Por qué estaba siendo tan injusto con el lobo grande y con Harry, que lo amaba?

El niño sollozó, secándose las lágrimas, pero seguían llegando más, y luego sintió que su nariz también comenzaba a mojar. Se había estado sintiendo mejor, pero ahora se sentía muy mal de nuevo, aunque no tenía nada que ver con su muerte cercana en el lago y todo que ver con la negativa de Severus a aceptar al amigo lobo de Harry. Incluso había amenazado con hechizar al pobre animal y prohibirle a Harry que lo viera también...

¿Cómo pudiste, papá? ¿Cómo pudiste?

Se arrojó sobre la cama con dosel cubierta con suaves cortinas de terciopelo azul y un edredón a juego y lloró con el corazón roto, golpeando las almohadas, permitiéndose una rabieta digna de las que había lanzado cuando tenía dos años.

¡No es justo! ¿Cómo es que siempre tengo que hacer lo que dices y escucharte cuando tú nunca me escuchas? Silver es mi amigo, lo amo, ¡te refieres al viejo brujo! Tengo que volver a verlo.

Sintió como si le arrancaran el corazón, porque hasta el día de hoy nunca le había hablado así a su padre, a quien adoraba y respetaba. Siempre había pensado que Severus era justo, incluso cuando lo castigaba por algo. Así que fue una gran sorpresa descubrir que su padre no era perfecto, no siempre trataba a los demás como le gustaría que lo trataran a él y no parecía interesado en escuchar el lado de Harry en lo que respecta a Silver.

Escuchó a su padre golpear la puerta y ordenarle que la abriera, pero por primera vez en mucho tiempo, ignoró a Severus y se acostó en la cama, llorando en la almohada. Sabía que su padre estaba muy enojado, sabía que ahora posiblemente estaba en el peor problema en el que había estado, pero en ese momento podría haberle importado menos.

Esperó a que la puerta se abriera, a que su padre entrara furioso en la habitación, pero la puerta permaneció cerrada y Severus no entró, para alivio de Harry. Lloró a sí mismo después de unos diez minutos, y solo entonces se dio cuenta de que estaba en la habitación de su padre.

¡Oh, Merlín! Realmente lo he hecho ahora, encerré a mi papá fuera de su propia habitación. Me va a despellejar por eso.

Se sentó, se pasó una mano por los ojos y luego recordó la otra cosa horrible que le había dicho a su padre, además de llamarlo malo y desagradable.

YO... dije que lo odiaba. Yo no... realmente no... estaba loco... pero, oh, estoy tan muerto. Me va a dar una paliza de verdad y no voy a recibir ningún regalo de Papá Noel porque fui realmente malo, diciendo eso sobre él y desobedeciéndolo y todo...

El niño comenzó a llorar de nuevo, la culpa ahora le corroía el pecho. Esta iba a ser la peor Navidad de su vida, simplemente lo sabía. Y la peor parte era que él tenía la culpa de la mayor parte. Recordó una canción muggle que había escuchado en la radio de alguien en la escuela: I'm Getting Nuttin 'for Christmas. La letra bailaba en su cabeza, especialmente la línea: me estoy volviendo loco por Navidad, porque no he estado loco sino mal. Probablemente era cierto, después de la forma en que le había respondido a su padre. Papá Noel probablemente estaba tachando su nombre de la lista de "Buenos" y poniéndolo en el de "Travieso" en este mismo momento, y lo único que podía esperar de su padre era una paliza. Severus no lo había castigado así en mucho tiempo, pero si había algo que Severus no toleraba era la falta de respeto.