Un lobo en invierno

7.- El legado de Silverstrike

Harry se sentó cuando la puerta del dormitorio se abrió, luchando contra el impulso de saltar y esconderse debajo de la cama. Sabía que era mejor no huir de un castigo, y tampoco era un cobarde llorón. Así que esperó, el miedo lo hacía sentir un poco enfermo, a que apareciera su padre. Solo que en lugar de un severo Maestro de Pociones, un gigantesco lobo plateado entró en la habitación.

– ¿Silver? – Harry se frotó los ojos. – Estoy soñando, ¿verdad? ¿Cómo entraste aquí? Será mejor que te vayas, antes de que mi papá se entere –

– En un minuto. Primero necesitamos tener una pequeña charla, Harry – Harry casi se cae de la cama.

– ¡Puedes HABLAR! –

– Por supuesto. Es Nochebuena – respondió Silver solemnemente, pero con un destello de alegría en sus ojos.

– ¿Entonces esa historia es verdad? ¿No... no es una fantasía? –

– Puedes oírme, ¿verdad? –

– Sí. ¡Wow! ¡Eso es tan perverso! – Harry jadeó, sonriendo. – Ojalá pudieras quedarte y hablar conmigo, pero tienes que irte de aquí, Silver. Mi papá está realmente enojado conmigo, y si viene aquí y te encuentra... te maldecirá bien –

Silver parecía indiferente, se acercó a la cama y se sentó, con la cola bien envuelta en las patas, apoyó la cabeza en la cama y miró a Harry a los ojos.

– Tu padre es la razón por la que estoy aquí, Harry –

– Lamento que te haya lastimado antes. Él pensó que me ibas a lastimar, supongo. No entiende cómo tú y yo somos amigos –

– Y eso te pone triste y enojado, ¿verdad? –

– Sí, ¿Cómo lo sabes? –

– Puedo oler esas emociones en ti. Además de la culpa y la vergüenza. ¿Por qué te sientes así, Harry? – El niño se retorció, evitando la mirada del gran lobo.

– Papá y yo... tuvimos una gran pelea por ti. Dijo que no podía verte más y... me enojé y dije que era un idiota estúpido y que yo... lo odiaba –

– Ah, ya veo –

– ¡Pero no era mi intención! Simplemente... no sé... salió antes de que pudiera detenerlo, me hizo enojar y molestar tanto... estaba diciendo la verdad y él no me creyó y luego... – El niño bajó la cabeza. – Esta es la peor Navidad de mi vida. No voy a recibir ningún regalo de Papá Noel porque le dije eso a mi papá y mi papá probablemente me va a hacer ampollas en el trasero... odia a los niños que le responden y le dije él lo odiaba – Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos verdes una vez más. – Probablemente nunca me perdonará y desearía que mi madre nunca me diera a él como su hijo especial... –

Silver acarició la mano del niño para consolarlo.

– Oh, creo que tu padre te perdonará, Harry. Aunque está bastante molesto contigo en este momento, todavía te ama, incluso cuando eres muy travieso –

– ¿Lo hace? ¿Cómo lo sabes? –

– Porque he hablado con tu padre, Harry Snape, y he visto que él... – aquí el lobo hizo una pausa, pensando, no puedo creer que esté diciendo esto sobre Snape, de todas las personas, pero es la verdad. –...es un hombre decente y un buen padre. Y si de verdad sientes haberle hablado así, entonces te perdonará, Pequeña Travesura –

– Lo siento. Él siempre dice que pienses antes de abrir la boca, solo que lo olvidé y lo siento mucho, Silver. Es todo culpa mía que la Navidad esté arruinada – Harry sollozó bruscamente y una lágrima solitaria se derramó sobre la colcha.