✓ | SUNFLOWER 🌻 embry call

capítulo tres

❝ en el corazón de todo hombre ahí un nervio secreto que responde con vibraciones a la belleza ❞

Embry, Paul y Jared regresaron a la casa de Emily.

- ¡Ja! Te dije que la patrulla seria aburrida Son cinco dólares, Call.

Embry puso los ojos en blanco pero le entregó el billete de cinco dólares haciendo que Jared gritara y chocara los cinco con Paul.

Embry normalmente habría protestado, pero todo en lo que podía pensar era en Emilia. ¿Quién sabe cuándo o si volvería a verla?

Paul y Embry estaban a punto de silbar, pero Jared los detuvo a ambos, señalando el Volvo plateado estacionado ante la casa de Emily.

- ¿A quién conoce Sam que tenga un Volvo?- Paul preguntó incrédulo

Embry frunció el ceño. Había algo familiar en ese coche, casi como si lo hubiera visto antes.

Era tarde, demasiado tarde para los visitantes.

Quien quiera que fuera quería ver a Sam y Emily a solas.

- ¿Podrían haber vuelto los Cullen?- preguntó Jared haciendo que Paul se burlara.

- Sam nos lo hubiera dicho primero y los Cullen ni siquiera están permitidos aqui.

Los dos dejaron de discutir cuando escuchar risas y los tres se escondieron detrás de los árboles nuevamente. De la casa de Emily salieron Emilia, Sam y Emily.

Los tres riendo.

Los ojos de Embry se agrandaron en estado de shock.

¿Su impronta conocía a Sam?

- Está bien Emma, ​​mantente a salvo en tu camino de regreso mañana. Y vuelve pronto.- dijo Emily, entregándole un muffin a Emilia.

Emilia se despidió de la pareja con un abrazo.

- ¡Lo prometo y lo intentaré!

Se subió al Volvo y se fue, regresando a la casa en Forks.

Los tres chicos emergieron del bosque antes de que Sam y Emily pudieran volver a entrar, Embry corriendo adelante.

¿Quién era esa chica?- Paul preguntó haciendo que Sam se encogiera de hombros.

- Solo una vieja amiga.- respondió brevemente. Los tres chicos compartieron una mirada. Sam estaba haciendo algo, pero había dejado en claro que no quería hablar de eso.

- Vamos chicos, hice muffins.- Emily hizo una seña a la manada haciendo que Paul y Jared entraran corriendo. Sam también se volvió pero noto la vacilación de Embry,

- ¿Embry?

El chico más joven asintió rápidamente, caminando delante de Sam. Solo tenía un pensamiento en la cabeza.
¿Cómo conocía Sam a Emilia?

...

Emilia salió del Volvo, cerrando la puerta de golpe

El fin de semana en Forks había sido agradable, un recordatorio de su hogar. Y, por supuesto, conoció al nuevo recluta de lobos.

No es que le dijera a Sam. Tenia la sensación de que su amistad debería mantenerse en secreto por el momento.

Dicho esto, el rostro de Embry no había abandonado su mente desde su encuentro. El era todo en lo que pensaba y, de repente, todo lo que quería. Era una locura como alguien que acababa de conocer la había afectado tanto. Emilia estaba de repente agradecida de que Edward no estuviera cerca porque, si bien ella podía impedirle leer su mente durante el día, por la noche, él podía leerlo si se aburría.

Y Embry atormentaba todos sus pensamientos, todos sus sueños. Embry se convirtió en el centro de su atencion.

Entró en la casa principal, tiró las llaves y se quitó los zapatos.

- Estoy en casa.- gritó.
Emmett fue el primero en aparecer, agarrando a Emilia tan fuerte como pudo sin lastimarla.

- ¡Has vuelto! Hueles horrible pero has vuelto.- gritó haciendo reír a Emilia.

- Gracioso. Sam dijo lo mismo.

- La has tenido suficiente tiempo, Em, yo también quiero abrazarla.- Rose exclamó, acercando a su hermana.

- Hola Rose.

- Hola pequeña.

Rosalie soltó a la joven antes de fruncir el ceño.

- Hueles diferente.

- ¿Qué quieres decir?

- Quiero decir que hay un nuevo olor persistente en ti.

- No tengo idea de lo que estás hablando.- se encogió de hombros.

Rosalie frunció aún más el ceño pero no insistió ¿Quizás había un nuevo lobo en la residencia Uley?

- De todos modos, me muero de hambre, ¿Carmen me hizo algo por casualidad?

Carmen se rió al entrar en la habitación y tomar a Emilia en sus brazos. Mientras Carmen llevaba a Emilia a la cocina, Emmett y Rosalie compartieron una mirada.

¿Por qué había cambiado el aroma de Emilia de repente?