✓ | SUNFLOWER 🌻 embry call

epílogo

❝ End. Fin. Ende. Fim. Final. ❞

Embry y Emilia tuvieron una historia de amor épica. Nacieron en lados opuestos, uno un lobo, el otro criado por vampiros. Sin embargo, eran almas gemelas.

Se conocieron, se enamoraron, se separaron y se reunieron, solo para unirse a una batalla. Luego se separaron de nuevo, solo para volverse más fuertes que nunca. Pertenecían juntos, su vida era escrita en las estrellas.

Diecisiete años después, continuaron con su vida, incluso cuando algunos de los Cullen se fueron de la ciudad.

Emilia y Embry tuvieron dos hijos más después de Kai, uno solo un año después de su boda.

Kian Matthew Call. Su segundo hijo, el primero de su matrimonio.

Luego vino su hija, Karina Geanny Call. La niña de los ojos de Embry y la huella de Seth.

Kai se había movido, uniéndose a la manada de Jake.

Kian estaba a punto de cambiar, pero todavía tenía algo de tiempo.

Sam había dejado de entrar fases hace mucho tiempo, ya que tenía tres niñas con Emily. Quería una vida normal y como Jake era alfa, podía tenerla.

Embry había dejado de cambiar porque Emilia había decidido envejecer de nuevo.

El resto de la manada original también había dejado de moverse, todos se establecieron, excepto Jake y Seth.

Carlisle y Esme se fueron de la ciudad junto con Rose y Emmett, los cuatro buscando un nuevo comienzo en otro lugar.

Fue difícil pero esencial para su seguridad.

- ¡Mamá!— gritaron Kian y Karina, Emilia suspiró mientras se levantaba de su asiento en el borde de la cama.

Dejó el álbum de fotos que había estado sosteniendo en su regazo, corriendo escaleras abajo donde Kian y Karina se miraron el uno al otro.

- ¿Que ha pasado ahora?— preguntó, cruzando los brazos.

- Karina me robó la sudadera.

- ¡No lo hice!

Kian se burló.

- Entonces, ¿Dónde está?

- No lo sé, tu culo desordenado probablemente lo perdió.

- ¡Karina, lenguaje!

Emilia se volvió hacia su hijo después de regañar a su hija.

- ¿Dónde has buscado la sudadera con capucha?

- Mi habitación, la lavandería, la habitación de Kai, básicamente en todas partes.

- Karina, ¿La tienes?

- ¡No! Mamá, te juro que no la robé.

- Entonces no te importará que Kian revise tu habitación.

Emilia miró a su hija enarcando una ceja, Karina congelada.

- No la tengo.

- Entonces déjame revisar tu habitación.

Karina gimió, corriendo escaleras arriba y bajando con una sudadera sobre su brazo.

- Lo siento, Kian.

Kian puso los ojos en blanco.

- Como sea. ¡No robes mis cosas!— el chico corrió, Emilia suspiró de nuevo.

- Ustedes dos serán mi muerte.

- Lo siento, mamá. Por cierto, ¿Puedo ir a ver a Seth? Acaba de tener un perro y-

- Sabes que no me importa. Tu papá por otro lado…

- ¿Tu papá qué?

Embry entró con Kai, los dos riendo.

Kai estaba, como de costumbre, sin camisa, su tatuaje a la vista.

- No dejaré que Karina vaya a conocer al nuevo perro de Seth.

Embry se puso rígido, poniendo los ojos en blanco mientras cruzaba hacia Emilia. La besó en la mejilla antes de mirar a Karina.

- Puedes irte si te llevas a Kian.

Karina gritó en protesta.

- ¡Papá! ¡No!

» Vamos, por favor.

- Embry. Ella es su impronta.

» Recuerda cuando nos obligaron a separarnos.

Embry suspiró ante las palabras de su esposa, mirando a su hija.

- Bien. Pero tiene que dejarte antes de las seis.

Karina chilló, abrazando a su padre.

- ¡Gracias, papi! Te amo.

- Sí, sí.

- Te llevaré a casa de Seth.— ofreció Kai, Karina asintiendo.

Kai y Karina eran extremadamente cercanos.

- Gracias hermano mayor. Vamos.

Kai besó la mejilla de su madre antes de irse de nuevo, esta vez con Karina.

- ¿Cuándo nos hicimos tan viejos?— se preguntó Embry, Emilia inclinada en sus brazos.

- Cuando Karina tuvo la edad suficiente para enamorarse de Seth.

La pareja se sonrió, besándose.

- Tenemos suerte, ¿No es así, Lia?

- Eso es lo que parece, Em.

- Pero hay otra cosa que sé, Emilia Call.— Emilia se rió, acercándose a Embry.

- ¿Y que sería eso, Embry Call?

- Eres mi girasol.