Sabía que tenía novia, ¡no debí ilusionarme con él!
Espera.. espera Martina. No te enloquezcas.
-¡Julia!- gritaron Fede y Nico al unísono.
Una chica de cabello castaño oscuro y tez blanca se abalanzó sobre los amigos de Jorge mientras yo miraba hacia la nada.
Luego de los abrazos y saludos la chica se dió vuelta y me vió.
Era bonita, realmente bonita.
-Un gusto, soy Julia- me abrazó con total confianza.
-Martina- dije con una sonrisa no del todo falsa.
-¿Así qué tu eres la novia de mi hermano?- preguntó mirando pícaramente a Jorge.
¡¿Porqué diablos todo el mundo creía que era novia deJorge?! Un momento... ¿de su hermano?
-¿Son hermanos?- casi se notó el alivio en mi voz.
-Sí, ¿acaso no vez el parecido?- se acercó a él y hizo una expresión rara.
Todos nos reímos.
-Tienes razón, ambos tienen ese adorable hoyuelo y los rizos.
-Somos adorables ¿a qué si?- pasó su mano sobre el hombro de Jorgey ambos sonrieron.
En realidad, eran muy parecidos.
Debería haberlo notado al instante en el que ví a Julia.
En éste momento era en el que me daba cuenta que si sentía algo por él. Me había agarrado un ataque de celos con tan sólo escuchar la voz de una chica.
De hecho, yo no era insegura, en absoluto. Mi autoestima no dependía de alagos. Yo me sentía bonita y no necesitaba vestirme como una zorra para atraer a nadie. Aunque tampoco tenía intención de atraer a nadie.
Pasamos la noche hablando y riéndonos, comimos, vimos películas, y jugamos.
-¿Qué hora es?- preguntó Julia mientras bebía una bebida energizante.
-Las 2:00am- respondió Fede.
-¡Vamos a nadar!- gritó entusiasmado Nico.
-Genial- dijeron todos al mismo tiempo.
Todos iban dirigiéndose hacia el pasillo que conducía al jardín trasero cuando detuve a Jorge.
-Ahora los alcanzo, voy a buscar un traje de baño a casa- le avisé.
-Oh vamos, no seas gallina Martina- gritó Nicodesde el pasillo mientras se iba.
-¿Qué se supone que debo hacer?- pregunté confundida por la provocación de Nico.
-Nadar desnuda- dijo Jorge enarcando una ceja.
-¿Es broma, verdad?- reí y me alivié al notar que el también.
-No, en ropa interior.
-Ya, iré a buscar el bikini...-me ví interrumpida cuando Jorge me tomó en su hombro- ¡suéltame Jorge!
-Callate Martina- me dijo divertido y corrió por el pasillo.
-¡Qué me sueltes! ¡No, por favor! -gritaba desesperada mientras el corría, sentí la brisa fresca en mis piernas.
-¡Menuda vista!- gritó Nico.
Y claro... mi cabeza estaba apoyada en la espalda deJorge, mi cintura sobre su hombro, y mi maldito trasero expuesto a todo el mundo.
-Vamos, Jorge, bajáme- intenté ser amable pero escuchaba su carcajada así que empecé a patalear como desquiciada.
El me bajó pero me sostuvo fuerte contra su pecho dejándome sin escapatoria.
Sonrió pícaramente y luego se inclinó hacia mí.
Me sentí bastante estúpida al notar que su intención era otra. Caimos ambos a la piscina.
El agua estaba a temperatura ambiente.
Salí a la superficie y me tallé los ojos.
-Al menos me hubieras dejado que me quite la ropa-.
Se acercó nadando a mí y me tomó por la cintura.
-Nadas bonito- observé y él sonrió.
-¿Cómo se hace para nadar bonito?- preguntaba Juliamientras llegaba a mi lado.
-La gente bonita, nada bonito- acotó Fede.
-Diablos, entonces yo debo nadar como dios del Olimpo- dijo Nico y todos estallamos en carcajadas.
No entendía porque Jorge no me soltaba. No es que me molestara su cercanía, pero nunca habíamos tenido tanto contacto físico en esa semana.