GIRLS

Leona

Estoy emocionada.

En unos días empezamos el viaje empezando por Barcelona.

La caravana está aparcada delante del portal de mi apartamento. Es casi nueva y muy grande.

Al tener carnet de conducir las dos, no no tendré que conducir yo todo el trayecto, lo cual me tranquiliza.

Cuando me tumbo en la cama empiezo a notar las consecuencias de no haber dormido en días. Esto no es nuevo para mi, siempre he sido una persona que le fue ta conciliar el sueño pero todo empeoró cuando a mí 18 años de edad me diagnosticaron insomnio crónico.

Además de que las pocas veces que logró dormir son unas pocas que se hacen eternas por las pesadillas constantes que acechan mi sueño.

Me recuesto en la cama y acomodo la cabeza en el almuadon rojo que tengo bajo la cabeza.

Comienzo a bostezar y siento que los ojos se me van cerrando y me emociono al pensar que tal vez mañana no me tengo que maquillar para tapar las lunas bajo los ojos que delatan la falta de sueño.

Me tapo hasta el cuello con la mata blanca de pelo que traje de casa y empiezo a caer en los brazos de Morfeo mientras pienso que tal vez, solo tal vez esta noche desde más de dos horas seguidas.

Como siempre me hago ilusiones de más y acabo en una pesadilla que logra levantarme sobresaltada y con los ojos mojados por las lágrimas.

El sueño es siempre el mismo, mi madre intentando suicidarse y yo oyendo como ella me hecha la culpa de eso, a día de hoy, en los sueños suena igual de tela que en la vida real.

Es una sensación tan horrible que no se la deseo ni a la peor escoria humana.

Este tipo de cosas solo las sabe Vega.

Es una amiga con la que puedes contar siempre.

Me levanto de la cama viendo el reloj del móvil, marca las 2 y 37 de la mañana, lo que quiere decir que hoy he dormido tres horas. Lo apuntaré en mi diario para que no se me olvide.

Mientras me pongo a estudiar y ha perder el tiempo las horas pasan volando y en menos de un abrir y cerrar de ojos el sol empieza a asomar por el edificio de enfrente.

Cogo el móvil de cargar y reviso mis redes sociales.

Así transcurre toda mi mañana, con el móvil y ordenando la habitación. Cuando salgo de la habitación rumbo a la cocina para hacerme la comida.

Saco de la nevera las pechugas de pollo, la leche y el pan rallado del armario y comienzo con mi tarea de empanar el pollo.

¿La mejor comida? Pollo empanado con croquetas y un huevo frito.

Se me hace la boca agua solo de pensarlo.

Estoy metiendo la primero pechuga en la sartén cuando me llega un mensaje; "Mira que mona está la tortuga con los gatos"

Y una foto adjunta de la tortuga de Vega con uno de los gatos callejeros.

Está muchacha está obsesionada con sacar a pasear a la tortuga cuando todo el mundo le dice que no.

"Ay pobre bicho" le mando un mensaje.

Me responde con un audio:

-"Oye encima de que le saco a pasear...se quejará..."

"Repito, ay pobre bicho"

Levanto la cabeza con el olor a quemado y me encuentro con una nube de humo MUY grande.

Me cago en la puta, el filete.

Cojo las pinzas y con mucho miedo a recibir quemaduras de primer grado lo saco a un plato y observo el trozo de carne quemado y negro como el tizón que no me voy a poder comer porque es posible que me genere entre 5 y 7 tipos de cáncer.

Me cago en la vida del pollo...

Me doy cuenta de que no me queda mas pollo, por lo que abro el armario y saco un pequeño sobre con sopa deshidratada.

Cuando ya tengo la sopa lista me siento en la mesa y abro tiktok en el móvil.

Mas tarde voy a mi cuarto y abro el navegador, entro en una tienda de ropa. Si me voy a ir de vacaciones a la playa quiero lucir nueva ropa, trajes de baño, zapatillas...

Me compro algunas faldas, camisetas de tirantes, un par de zapatillas y dos conjuntos de bikini que me han encantado.

Saco la maleta de lo alto del armario y comienzo a preparar algunas cosas, quiero empezar a dejar ya las cosas listas y que así no me pille el toro a ultima hora.

Me hace mucha ilusión hacer este viaje con mi mejor amiga.

Miro la hora en el móvil y cuando veo que son las 6 y media de la tarde me rugen las tripas, la sopa no me ha alimentado.

Voy  a la cocina a por el bote de Nocilla que hay en mi armario correspondiente y cuando abro la puerto paso la vista por todo el mueble en busca de mi pequeño tesoro de 750 gramos de masa.

No esta.

Empiezo a hiperventilar, hace menos de una semana fui a hacer la compra, y por mucho que me gusta el majar de los dioses que es ese dulce, se que no lo he acabado...

La idea de que las mal nacidas de  mis compañeras de piso me la hayan robado pasa por  mi mente, pero la descarto... No me gusta pensar mal de las personas y no tengo pruebas para demostrar tal afirmación, así que me será mejor acallar esa vocecita mía que grita que han sido ellas.

Me resigno y vuelvo a mi habitación convenciéndome de que me la he comido yo.

Me cago en la leche...