Mocosa.

27.9K 1.2K 1.1K
                                    

—_______, ¿qué demonios es esto?— Escupió Levi, mirándote fijamente con el dedo índice hacia ti. Su yema cubierta de polvo y suciedad.

No habías oído la puerta abrirse pues estabas recuperándote de un día horrible. Ser compañera de habitación de Levi era difícil a veces, pero llevabas un año acostumbrándote. 

Llevabas una racha extensa sin tener problemas con la agenda de limpieza que había impuesto hace seis meses, pero hoy no te sentías con ganas de coger la escoba y barrer.

Había sido un día de mierda y hace tres horas que tu cerebro no deseaba dar el brazo a torcer. Creías que Levi lo comprendería al volver a casa pero ahora, hecha un ovillo en el sillón te diste cuenta de que estabas equivocada.

—He tenido un mal día...—Contestaste, no demasiado convencida—. Lo siento, estoy muy cansada y...

— ¿Crees que puedes renegar de tus responsabilidades solo por tus emociones? —Bufó—. Te has olvidado de que no eres la única que vive aquí, mocosa.

La sangre comenzó a arder de rabia en tus venas, no debería atreverse a llamarme mocosa, pensaste, tratando de controlar tu respiración.

—Sólo es un día, Levi. Déjame en paz. Limpiaré luego.

—Ponte a limpiar. Ahora—. Ordenó. Cerraste los ojos tratando de controlarte.

—Sé que es probable que hayas tenido un día duro en el entrenamiento y que llevas metido en el papel de capitán todo el día pero, en caso de que lo hayas olvidado, no eres mi capitán. Eres mi compañero de piso. Ten un poquito de empatía—. Gruñiste.

Él sonrió.

¿Qué? Pensaste. ¿De verdad está sonriendo? Oh, quizás esté enfadado de verdad.

Sacó su pañuelo y se limpió el polvo de los dedos. Lo depositó en la mesa a la vez que se acercaba a ti. Te hundiste aún más en el sofá, debiste haberte quedado en tu habitación.

—¿Quieres que tenga un poquito de empatía, mocosa? Tienes razón. He tenido un mal día. Estoy cansado y lo único en lo que pensaba era en llegar a una casa que estuviese limpia, como todos los días. Pero no ha sido así y encima se me pide ser empático—. Dijo, a unos pasos de donde estabas sentada, aquella pausa hizo que te faltase el aliento. Tu corazón latiendo a toda velocidad.

Eras consciente de cómo le miraban otras mujeres, sus rasgos, su físico. Sobre todo cuando salíais a hacer recados o a pasear, pero nunca te habías planteado mirarle de la misma forma, teniendo en cuenta que érais compañeros de habitación.

Levi es muy atractivo, huh. Pensaste, mirándole con cautela. Podrá medir 1,60 cm pero uf, esa mandíbula... su pelo... sus músculos... Espera, ¿qué hago pensando estas cosas? Está cabreado, debería disculparme...

Notaste un dedo en tu mandíbula, levantando tu rostro para poder mirarte a los ojos. 

—No sé por qué has decidido precisamente hoy para portarte como una mocosa, pero supongo que tendré que enseñarte las consecuencias a partir de ahora.

Observaste sus ojos grises, siempre intimidantes, fríos. Esta vez te sorprendió ver un atisbo de deseo... Quizá burla.

Sonrió.

Incapaz de procesar tus pensamientos o emociones comenzaste a darte cuenta de lo que estaba sucediendo cuando depositó el equipo de maniobras tridimensionales en el suelo y la presión en tu muñeca se intensificó al llevarte del salón a su habitación. 

Cerró la puerta nada más cruzar el umbral, trataste de controlar tu respiración.

No te quitó ojo mientras se quitaba la chaqueta y la depositaba en el asiento junto a su escritorio y se pasó una mano por el pelo. Se sentó en el borde de la cama, mirándote expectante.

Levi Ackerman NSFW (18+) - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora