Prefacio

113 11 0
                                    

Pasión, deseo, lujuria eran las palabras que mejor capturaban su esensia, y ella era la tentación hecha carne; un ángel revestido de inocencia que guardaba un demonio bañado en pasión desmedida, solo necesitaba un pequeño empujón para romper las cadenas de la moralidad.

Cuando el deseo es tan fuerte, la lujuria y la pasión no nos llenan y por eso somos insaciables."

Insaciables ¡EN PROCESO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora