- Estaba pensado en algo.- Dijo mientras entraba a la casa.
- Te escucho.- Se tiró al sofá.
- ¿Qué tal si mientras estamos aquí nos llamamos de forma distinta?. Como si fuéramos otras personas.- Mientras instalaba la consola.
- ¿Y qué quieres?. ¿Qué te diga Joaquín?.- Se rió fuerte.
- No, porque soy esa persona. Jughead y Joaquín son la misma persona, sólo que con nombres distintos.-
- Emily y yo claramente no somos las mismas. Me ha costado llevar el personaje.-
- He notado que no son las mismas. Incluso Betty ha cambiado, aunque sigue adorable.-
- Cierto, Joaquín era tu alter ego.- Aplaudió y volvió a reírse y Jughead la miró mal.
- Está bien, yo soy Rose.- Se rió.
- Y yo Alexander.- Se sentó junto a ella.Llevaban un rato jugando hasta que sonó el timbre de la casa.
- Esa debe ser la pizza que ordené.- Betty se levantó del suelo y Jughead pausó el juego.
- ¿Alex, podrías ir a la cocina a traer platos, servilletas y vasos?.- Se rió.
- Claro, Rose.- Se levantó y fue hacia la cocina.- ¿Charles?.- Preguntó Betty.
Charles, el eterno enamorado de Betty. La única persona a la que Jughead detestaba.
- Hola, Betty.- La abrazó.
- ¿¡Cómo estás!?.- Betty le sonrió.
- Muy bien. ¿Y tú?. Vi en las noticias que tu padre había fallecido y quise venir a verte porque supuse que habías viajado de donde quiera que vivas ahora, y que estabas sola.-
- Estoy bien, en los últimos años no tuve relación con mi padre, y no he estado sola.-
- Que bueno. ¿Quién...- No siguió hablando porque Jughead lo interrumpió.
- Yo la he estado acompañando, gracias por preocuparte.-
- ¿Jughead?.-
- El mismo.- Le extendió la mano.
- ¿Están juntos?.- Los señaló.
- Sí.- Jughead se apresuró a hablar y Betty lo miró mal.
- Creí que después del fallido matrimonio ustedes...- Jughead lo interrumpió.
- Fui un idiota lo sé, pero Betty me entendió y supo disculparme. Muchas gracias por tu visita, estamos bien, llámanos la próxima vez que vengas. Adiós.- Le cerró la puerta en la cara.
- ¿Qué fue eso?.- Betty preguntó riéndose.
- Nada.- Caminó hasta la sala.
- ¿Por qué le dijiste que estábamos juntos?.-
- Bueno, juntos estamos jugando Mario kart.-
- Le dijiste después que te había disculpado y entendido. Hasta donde yo sé, y soy una de las implicadas, no te he hecho eso, ha ocurrido todo lo contrario.- Se rió.
- Bueno, cómo sea. ¿Vas a volver a jugar o te quedarás ahí parada hasta que llegue la pizza?.-
- Jugaré.- Se sentó.
- ¿Estás celoso?.-
- No.- Sacándole la pausa al juego mientras fruncía el ceño.
- ¡Jughead, estás celoso!.- Se rió.
- ¿No que mi nombre era otro?.- pausó el juego para mirarla.
- No estoy celoso, pero se supone que eres la novia de mi cuñado.-
- Poco te importó eso anoche.- Se rió.
- Deja el drama y respóndeme. ¿Estás celoso?.- Se rió.
- Sí, estoy celoso. ¿Contenta?.-
- Mucho. ¿Pero con qué derecho?.-
- No lo sé. Simplemente estoy celoso.-
- Mírame.-
- ¿Qué?.-
- Que me mires a la cara.-
- ¿Qué?.- La miró molesto.Betty se acercó, lo empujó y se subió sobre sus piernas.
- Supongo que tenemos unos minutos antes de que llegue la pizza.- Lo besó.🔜🔜🔜
- Bueno, técnicamente no fuiste infiel. Eres Alexander y yo Rose.- Dijo mientras se ponía la camiseta de Jughead para abrir la puerta, la pizza había llegado.
- Creo que tienes razón.- Se levantó para ponerse la ropa interior.
- Jughead, por favor contrólate.- Se susurró a él mismo.🔜🔜🔜
- ¿Vas a ignorarme durante el vuelo?.- Preguntó ya que vio a la rubia sacar sus auriculares.
- Síp.- Colocándose los audífonos y dándole play a su playlist.
- Yo también quiero escuchar.- Le quitó uno y se lo puso.
- Oye, escucha la tuya.-
- No quiero.- Cerró sus ojos para comenzar a dormir.Betty se quedó dormida mucho antes que Jughead. En la cabina en la que iban los chicos había un asiento vacío, así que Jughead pudo recostarse y la rubia automáticamente se durmió en el pecho de él.
- Disculpen, estamos por comenzar el aterrizaje.- La asistente del viaje los despertó para que abrocharan su cinturones.
- Lo siento.- Dijo Betty.
- Creo que ambos estábamos cómodos así que no importa.-
- Bien.-- Tengo hambre.- Dijo Jug al entrar al aeropuerto.
- También yo.-
- Te invito un café.-
- Tengo hambre, no sed, Jug.-
- Vamos a un starbucks, yo te invito.-
- No es necesario, Mira.- Le mostró un mensaje de V.
"Los ingresé en los salones VIP del aeropuerto, vayan, den sus nombres y podrán comer todo lo que quieran."
- Gracias, V.- Dijo Jughead.
- Oye, sólo yo le digo así.-
- Bien.-
- De todas formas te acepto un Mocha blanco frapuccino.-
- ¿Con leche de almendras y sin crema?.- Le preguntó él.
- Sí, dijo comenzando a caminar.-🔙🔙🔙
- Por favor no seas de las que en la primera cita les da vergüenza comer. No quiero quedar yo como un hambriento.- Jughead se rió.
- Dijimos que esto no era una cita.- Betty se rió.
- Entonces no podré besarte hoy.- Susurró y Betty se rió.
- ¿Lo dije en voz alta?.-
- Sí.- Seguía riéndose.
- Lo siento mu...- Betty no lo dejó terminar porque lo tomó por el cuello y lo besó.
- Bueno, ya lo hiciste. ¿Vamos a un Starbucks?. Me muero por un mocha blanco Frappuccino con leche de Almendras y sin crema.-
- Un Frappuccino no es Frappuccino sin crema.-
- Lo sé, pero ellos sólo tienen crema con leche normal.-
- ¿Eres intolerante a la lactosa?.-
- No, la leche no me gusta, y me produce acné. Solo tomó leche en helados.- Se rió y le tomó la mano.
- Entonces la próxima vez que tengamos un cita no te invitaré a ir por un helado.-
- En nuestra próxima cita echo a V del apartamento, pedimos algo para comer y vemos una película o solo hablamos.-
- Siempre y cuando sea una película de psicópatas o asesinos en serie.-
- Me encanta ese tipo de películas, o series.-
- A mi también.- Ahora él se acercó a besarla.🔜🔜🔜
- No te quedes ahí parado, camina. Tú vas a pagar.- Lo habló desde unos metros más adelante.
- Lo siento.- Había quedado inmerso en sus recuerdos.
- Apresúrate, para que comamos algo en el salón.- Lo apresuró haciendo señales con la mano.
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What the wind brings back
FanfictionWhat the wind brings back. ¿Lo qué el cálido clima de primavera se llevó puede ser traído por el viento del otoño?. ¿Traerá devuelta el color de las rosas o traerá venganza y enojo?. Quién sabe, preguntémosle a Betty Cooper.