Capítulo dieciséis

304 41 1
                                    

Seis días antes del matrimonio

- ¿Y cómo fue que llegaste hasta aquí?.-
- Bueno, es complicado... En realidad no tanto.- Se rió.
- Cuando salí de la clínica psiquiátrica estaba bien hasta que comencé a ver a conocidos, me preguntaban sobre Jughead o me miraban mal por lo de Hal. No había una sola persona que no me preguntara sobre alguno de ellos dos. Estaba volviendo a caer en una depresión.-
- ¿Y cómo decidiste venir aquí?.-
- El padre de V, Hiram, me ofreció venirme aquí. Él tiene una gran empresa en este lugar, V es francesa.- Se rió.
- Esta parte es un poco turbia porque él me ofreció venirme aquí con él. Hiram jamás había hablado con V sobre esto. Y cuando se lo comenté a Verónica y Archie ellos inmediatamente quisieron venir conmigo. V jamás me dejaría sola con su padre, por alguna razón él siempre ha tenido un interés en mi, siempre lo he rechazado, pero no se cansa.-
- ¿Verónica y Archie no tenía trabajo en Colorado?.-
- Sí, pero renunciaron para venirse conmigo. Cuando digo que ellos cambiaron sus vidas por mi no es una exageración. Ellos siempre han estado conmigo.- Sonrió.

Betty estuvo hablando cuarenta minutos más con su terapeuta sobre el tema. Luego cambiaron a Jughead.
- Y bueno, ahora está durmiendo en mi casa. Anoche llegó ebrio, se supone que Jughead ya no bebía, no hasta esos extremos. Luego de la muerte de su padre  me costó sacarlo de ahí. Ni siquiera sé porqué lo dejé entrar o dormir conmigo.-
- ¿No será que quieres perdonarlo porque te diste cuenta que no era su culpa?.-
- No, él sí tiene culpa.-
- Betty, no lo puedes culpar por tener miedo y por tomar esas decisiones. El miedo siempre es el peor aliado a la hora de tomar decisiones. Además no es malo que él decidiera priorizarse.-
- Es egoísta.-
- No, Betty. No es egoísta que él decidiera lo mejor para su persona. No es egoísta si algún día tú debes tomar una decisión así. Priorizarse uno mismo jamás será egoísta.-
- Tienes razón.-
- ¿Betty, que sientes por Jughead?.-

Por otro lado, Jughead se encontraba en la casa de la rubia. Luego de ducharse y comer algo decidió preparar algo para cuando Betty llegara.

🔜🔜🔜

- ¡Ya regresé!.- Gritó al entrar.
- Hola.- Salió desde la cocina para saludarla.
- Veo que estás bien.-
- ¿Te refieres a sin resaca?.- Ella asintió.
- Estoy bien.-
- Huele a quemado.-
- ¡Mierda, el café!.- Salió corriendo.
- Iré al baño. Ya vuelvo.-

- Jughead...- Se acercó a él.
- ¿Si?.-
- Aún es temprano para comer.-
- Lo sé, pero estaba adelantando las cosas. Acabo de terminar, lo termino de cocinar antes de comer.-
- ¿Entonces me acompañas a la sala?.-
- Sí. ¿Sucede algo?.-
- Sí.-

- ¿Qué pasó?.- Sentándose junto a Betty en el sofá.
- Estoy preocupada por ti.-
- ¿Por mi?.-
- Sí, ya es segunda vez que llegas ebrio aquí. Recuerda todo lo que luchamos antes para que dejaras de beber de esa forma.-
- Lo sé.-
- ¿Solo han sido esas dos veces o ha habido más?.-
- Solo esas dos.- Bajó la vista.
- Jug...- Se acercó más a él para tomarle las mejillas.
-El alcohol jamás es buena solución, es peligroso. Ayer condujiste hasta aquí, en ese estado podrías haber tenido un accidente, podrías haber matado a alguien, incluso podrías haberte matado tú.- Le acarició la mejilla.
- ¿Podrías prometerme que no volverás a hacerlo?. Es por tu seguridad.-
- Lo prometo.- Acarició las manos de ella.
- ¿Puedo preguntarte algo?.-
- Sí.-
- ¿Por qué te preocupas?.-
- Porque a pesar de todo, te aprecio. Odio admitirlo, pero te quiero.- se rió.
- ¿Cuando estabas embarazada querías tener al bebé?.-
- Sí.-
- ¿Aun cuando era mío?.-
- Aun cuando era tuyo. Te amaba y en esos momento creía que siempre tendría una parte de ti. No me imaginaba que después te volvería a ver al otro lado del mundo.- Volvió a reírse.
- Betty, lo que dije anoche es cierto, lo que menos quería hacerte era daño. Yo pensaba que si me quedaba contigo no podría soportar lo de tu padre y eso te dañaría más.-
- Me daña más la mentira. Me dañó que te fueras. Me heriste mucho.-
- Lo siento.-
- Está bien, ahora soy más fuerte.-
- Siempre lo fuiste.-
- No, no lo era, por eso hice lo que intenté. Pero bueno, ese tiempo encerrada en la clínica psiquiátrica me hicieron bien. Y ahora, con la terapia, todo duele menos.-
- Siento que jamás podré disculparme totalmente.- La abrazó y ella se lo siguió.

Ambos necesitaban ese abrazo. Betty lo necesitaba más de lo que ella creía.

- ¿Y cómo van las cosas con Malia?.- Se separó del abrazo y se secó las lágrimas.
- Mal, terribles.- Dijo mientras también se quitaba las lágrimas.
- ¿Y con Bret?.-
- Peor, últimamente lo he estado culpando de todas las malas decisiones que he tomado.-
- También yo.- Ambos se rieron.
- Es como si ambos me acosaran, si no les contesto las llamadas o los mensajes van a mi casa. Incluso los he encontrado siguiéndome.-
- Eso suena frustrante.-
- Mucho.-
- ¿Quieres quedarte aquí hoy?. Por lo que noté no habías dormido bien en días y quizás estar lejos de tu casa, donde no te controlen o no te sigan te relajaría.-
- Llevaba más de una semana sin dormir más de dos horas por noche. ¿Y lo dices enserio?. ¿Realmente me estás invitando a dormir?.-
- Lo digo enserio. Quédate.-

...

- ¿Jughead, quieres dormir conmigo?. Ese sofá es muy incómodo.-
- Ya lo noté.-
- Vamos.- Le estiró la mano para que él la tomara.
- ¿Estás segura?.-
- Acepta antes que me arrepienta.-
- Si yo fuera tú aceptaría sin pensarlo dos veces.- Levantó una ceja.
- Está bien.- Le tomó la mano para caminar junto a ella hasta la habitación.

🔜🔜🔜

Jughead se había despertado primero y suavemente había atraído a Betty hacia él para abrazarla. Había comenzado a dar pequeños alrededor de la cara de la rubia, no tenía ni la más mínima intención de despertarla. Jug estaba a nada de besar los labios de Betty, pero el celular de él comenzó a sonar.

- Apaga eso.- Se abrazó al pecho de Jughead.
- ¡Mierda. En diez minutos tengo que ir a buscar mi traje!.-
- Buena suerte.- Se volteó para seguir durmiendo.
- Nos vemos.- Él dejó un beso rápido en la nuca de ella y se fue corriendo.

What the wind brings back Donde viven las historias. Descúbrelo ahora