Capítulo 4

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Teniendo bien en cuenta el esfuerzo que esa "niña" (La forma él como le llamaba en su cabeza

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Teniendo bien en cuenta el esfuerzo que esa "niña" (La forma él como le llamaba en su cabeza. Aun no se sentía seguro de hablarle con confianza. Sí, para él esto es confianza) puso en la limpieza de la habitación una sonrisa retorcida en sus labios se dibujó para hacer de las suyas.

El sol de la tarde era realmente caluroso y aun más brillante si contamos ese contraste que hace el mar. Al puerto llegó un barco hermoso en cuanto a decoración y de este apareció una gran figura. El tan conocido Rey Sinbad había ya llegado junto con su mano derecha, el pecoso Ja'far.

—Bienvenido, Señor Sinbad —el cuarto príncipe tuvo la tarea de recibir como se debe aquel inquilino.

Su duración en aquel imperio sera solo de un día pues Sindria necesita de su atención después de todo. Posó su mano derecha en un puño en su pecho mientras con la izquierda tomaba la anterior, se inclinó un poco haciendo reverencia.

—Gracias —sus ojos dorados expresaban su dicha por pisar aquel lugar, pero tampoco era tan confiado ya que él mismo sabia de que algo era ocultado en este imperio.

Detrás de él la figura flacucha de Ja'far apareció devolviendo la reverencia.

—Le llevaré al imperio —formuló el menor formando una sonrisa. Sinbad por su parte, asintió.

En cierta forma aquí había confianza entre ellos dos pues Hakuryuu fue un cierto tiempo a Sindria, compartieron pensamientos y acordaron combinar fuerzas. Aunque ninguno de los dos era tonto para creerlo a ciegas.

(...)

Por las puertas principales una cabellera rosada junto con una mirada anhelante, un rojo carmín se pinto en las mejillas de la princesa Kougyoku al divisar la bien formada figura del Rey de Sindria.

Cuanto más se acercaban más embobada quedaba al ver esos cabellos violetas volar al son del aire, esos ojos tan brillantes como el oro llenos de decisión y un poco de picardía. Aun lado, su hermano y el monje que siempre lo sigue (Según ella).

—Oh, princesa, un gusto verla —Sinbad tomó la mano izquierda de la mencionada para plantar un muy tierno beso.

Kougyoku apenas dándose cuenta que incluso ya habían llegado a las puertas, asintió inmutada con un poco de sonrojo para echar una mirada a su hermano y este solo movía la cabeza de un lado a otro en forma de negación, era más que obvio el acoso de su parte.

Ja'far por su parte sonrió ocultando su pena por la princesa, pues la intenciones de Sinbad no es más que proteger a Sindria, si el precio será caminar por encima de cierto numero de personas, estaba dispuesto a pagarlo.

Ahora era momento de guiar dicha figura con el Emperador actual, kouen. Sinbad penosamente tuvo que despedirse de la menor para después con su tiempo entablar una conversación trivial.

Sol negro ━ JudalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora