Vendido a Mr. Kim || 뷔민 ||

2. Éste es mi juego.

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Vendido a Mr. Kim

ㅡPara ti, no soy Taehyunnie, soy Mr. Kim.

ㅡEstas de coña ¿verdad? Podrías desatarme y llevarme a mi departamento. Quiero dormirㅡComento el castaño volviendo los ojos.

ㅡLo que menos harás será dormir, mi querido ParkㅡDijo Taehyung con un tono socarrón. Acercándose lentamente hacia el castaño.

El castaño soltó una risa algo cómica y le miró muy serio. Aquel chico tenía carácter y mucha personalidad. El como desafiaba al pelinegro sólo lo hacía más interesante.

ㅡYa bonito juego, diría que hasta divertido. Pero mañana debo trabajar, me gustaría tomar un baño caliente, comer algo y dormir.

ㅡEl baño caliente podrías tomarlo conmigo si así quisierasㅡDijo el señor Kim, con una sonrisa algo burlona y una ceja curvada.

ㅡ¡Puedes parar con tus insinuaciones sexuales! Me pones los pelos de puntaㅡGritó el castaño, soltando un suspiro cargado de molestia.

ㅡNo pararé hasta que decidas que soy alguien bueno para ti. Puedes gritar, llorar, patalear, aquí nadie va a escucharte. Si entras en razón, y decides vivir conmigo, estarás con personas importantes , tendrás las cosas más lujosas que jamás podrías imaginar. Y lo mejor de todo, mi absoluta atención las 24 horas del días, los siete días de la semana, los 365 días del año.

ㅡLas personas ricas son lo que menos quiero en mi vida, las cosas lujosas te las puedes quedar. Pero, ¿Por qué querria tenerte yo, pegado a mi culo como un maldito perro faldero?. Peor aún, como mi parejaㅡRetruco el castaño, con una burlona sonrisa en los labios y los ojos sobradores.

ㅡQue acaso no me has visto, soy totalmente perfecto. Desde la cabeza a los pies, soy completamente irresistible.

El chico frente al azabache comenzó a reír de manera frenética, una entrometida lágrima cayendo por su mejilla, producto de la risa que le habían provocado las palabras del pelinegro.

Cuando por fin dejo de reír, el castaño bajó su cabeza y cuando volvió, sus ojos eran casi imposibles de pasar desapercibidos. Una fina línea verdosa y un gran círculo negro adornaban aquel perfecto rostro pálido.

Tenía una mirada jodidamente perfecta. Cada una diferente a la anterior.

ㅡMire, ¿Mr. Kim, verdad? He tratado con demasiada gente como usted, creyendo que son más por su dinero, por su cara bonita, su ropa costosa y casas alucinantesㅡDijo con la lengua picando de enojoㅡ. Pero sabe una cosa, no es de mi agrado la gente como usted, es más, la detesto. Pero, si quiere jugar, sabe qué, juguemos. Primero le daré mis condiciones, y luego, veré que tiene usted que lo haría tan llamativo a mi vista.

ㅡ¿Condiciones? ¿Acaso intentas chantajearme?ㅡPreguntó asombrado y con un ápice de enojo el millonario.

ㅡSeñor Kim, si no decide jugar hasta el final, no sabrá como termina el juego. Ni que premio obtendráㅡRepuso el castaño con una cínica sonrisa.

ㅡNo estás en condiciones de pedir nada. Podría tenerte aquí atado toda tu vida por chantajearme.

ㅡPodría hacer tu vida muy infeliz, la prensa se enterara de que te follaste a un don nadie. Que secuestraste a alguien y lo obligaste a quedarse contigo. Podrías ir a prisión, varios años.