Capítulo 1. I will always remember

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Sonaba, y todas las jovencitas se paraban a mirar la enorme pantalla con este nuevo artista, que cantaba mientras estas se enamoraban de sus hermosos ojos esmeralda. Su mirada seductora y su sonrisa arrebataba el corazón y los suspiros a las chicas. Cuando terminó la canción, estas se entristecieron, pero se emocionaron de inmediato, pues pronto volverían a saber de este en su concierto de presentación, el cual no haría solo, sino que artistas nuevos de todo el país se presentarían al evento.

- Mierda, la gente se emociona demasiado. - Se quejaba un Bakugou que llegaba lo suficientemente tarde como para ver el por qué de tantas chicas alteradas, pero no lo bastante como para no encontrarse aquel barullo de hormonas revoloteando. Que bonito y a la vez terrorífico era ser joven y emocionarse por ese tipo de cosas. Él nunca estuvo interesado en esto, si es cierto que le gustaba tocar la batería, pero lo usaba como método anti estrés, nada más.

Tras por fin poder esquivar aquella muchedumbre, se dirigió a alquilar una película a un videoclub, era su día libre y poco o nada se le apetecía rodearse de lo anterior, así que aprovechaba en dar un paseo tranquilo mientras tomaba alguna bebida, o hacía las compras de consumibles que necesitara en los siguientes días. Mientras pensaba en sus cosas llegando a estar totalmente absorto, chocó con un chico que hizo caer su bolsa, este se disculpó, se la devolvió y se marchó rápidamente. Katsuki aún desorientado por la sorpresa no se percató en el momento, pero en cuanto dio un par de pasos, se acordó, su cabello era... verde. Tan solo un nombre se le vino a la mente "Deku", que dijo para sí mismo. Cuando quiso voltear a ver ya era tarde, obviamente no estaba. No podía ser, y quizás solo fue su imaginación, el chico llevaba la cara tapada con un cubrebocas, unas lentes y llevaba sudadera con el gorro puesto. Una descripción un tanto ambigua como para dar con su paradero.

Una llamada interrumpió sus pensamientos.

- Al habla el general . Katsuki, necesito que te presentes en el hotel Teito de inmediato. Tienes trabajo. - La voz al otro lado era de su superior, ya era rara su llamada, y al rubio no se le vino otra descripción para la misma más que "problemas" con p mayúscula.

- ¡Qué, ni de coña, no pienso presentarme en mi maldito día libre! ¡ Ya sabe lo que ocurrió la última vez que me hizo tomar una misión de este modo! - Como de costumbre su carácter era explosivo, aunque no se le podía culpar, como él reclamaba la vez anterior fue un desastre en cierto modo. Cierto es que la misión se llevó a cabo cumpliendo el objetivo, pero uno de sus hombres terminó en el hospital herido de gravedad, y algún otro con rasguños gracias a que tuvieron que hacer de niñeras de un pijo niño de papá como muchos dirían.

- Tranquilo, esta vez no se trata de cuidar ningún "niño"- decía con tono cansado y dando un suspiro- en esta ocasión solo tendrás que supervisar la seguridad del lugar. Solo por hoy, y te extenderé las vacaciones a cambio. Se que querías hacer cierto viaje, así que no habrá interrupciones, prometido. -

- (Suspiro pesado) Si es así de acuerdo, pero más te vale cumplir tu palabra o te usaré para la siguiente práctica con los novatos. - Dio donde más duele, ni siquiera los superiores a pesar de tener mayor rango querían enfrentarse a este, no había muchos que estuvieran a su altura en cuanto a técnicas cuerpo a cuerpo se refería. Era temible.

Terminó dirigiéndose al lugar, no estaba seguro de que se trataba, pero sabía que le pasarían la información en pocos minutos. Como si hubiera adivinado, en 5 minutos, ya estaba tomando otra llamada, en esta ocasión quien lo contactaba era Mei, perteneciente al grupo de informática, estos se encargaban tanto de recopilar datos, como de en todo momento mantener canales de comunicación abiertos para traspasar la información que se requiriera.

- Bakugou, cuanto tiempo, supongo que estarás de mal humor, así que simplemente te iré redactando un par de datos. - La chica ya había trabajado con él lo suficiente para saber lo agresivo que podía llegar a ser, y más cuando se enfadaba. - Veamos, llegará en breve un cargamento que contiene unas joyas valoradas en más de 300 millones de yenes. Tu objetivo es comprobar los huecos que puede tener la seguridad. -

- Muy bien, pero de eso debería encargarse la poli, que pinta en todo esto un capitán de un equipo de asalto. Y no me vengas con que es simple rutina, y una mierda. Aquí hay algo más. - Su olfato para los problemas lo seguía teniendo en guardia. Sabía perfectamente que para que llamaran a alguien como él había algo más escondido, algo más importante que unas simples joyas.

- En efecto, pero cuando preguntamos no nos dieron más detalles. Tan solo dijeron que las joyas en este caso, tenían cierto valor sentimental, ya que pertenecen a la familia del dueño desde hace generaciones. Por lo que hizo un trato con varias personas, y para que se exhibieran, tendrían que tener la mejor seguridad disponible. -

- Vamos que están involucrados los mayores magnates, además de que el dueño del hotel en cuestión es amigo de alguien de arriba. Hay que joderse. - Estaba demasiado cansado pero había dado en el clavo. Terminando la frase llegó a la entrada del destino en cuestión. Allí lo esperaban el gerente acompañado por un ayudante.

- El señor Katsuki supongo, ya nos informó su jefe de que vendría, por favor acompáñeme. - El rubio no dijo una palabra tan solo lo siguió. El gerente lo llevó hasta un despacho en el que pocos podían entrar, ya que se había reservado como zona restringida. Ni siquiera el ayudante que los seguía tenía permitido el acceso.

- Bienvenido señor Katsuki, soy Kudo, Inspector Kudo Shininchi, es un gusto tenerlo con nosotros. -

MascaradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora