PRÓLOGO

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«La vida sin música es simplemente un error, un cansancio, un exilio»

                                                                                          Friedrich Nietzsche.


Siento como todo mi cuerpo se paraliza, mis manos sudan, mis piernas tiemblan, las personas comienzan a cuchichear entre ellos sobre mi comportamiento y mi falta de profesionalismo, pero eso es lo que menos me importa ahora, mi atención no está sobre ellos, si no sobre ese jodido alemán.

Mi mente está en blanco, es como si en este auditorio solo estuviera él, como si los demás no existieran, mi corazón comienza a palpitar de forma desenfrenada y siento que en cualquier momento me desvaneceré.

No, no y no, no puedo permitir que él tenga ese poder sobre mí, vamos Alizee, brilla como siempre lo has hecho, me digo a mí misma dándome ánimos.

Trato de concentrarme lo más que pueda, pero parece que a mis hermosas manos no les llega la maldita orden y lo único que hacen es temblar, comienzo a desesperarme y a sudar, arruinando mi hermoso maquillaje que tanto me costó realizar.

Maldito seas Zelig, porqué tienes que aparecer justo en este momento, serás brujo o que mierda.

-Schönheit, parece que viste a un jodido fantasma! - gritó el maldito alemán

Pero será idiota, encima que me arruina mi presentación apareciendo de esa forma tan escandalosa, grita como si estuviera en su casa, juro que lo mataré con mis propias manos, que vergüenza.

Basta de mierdas, esta noche es mía y de nadie más.

Justo cuando estuve a punto de tocar las hermosas cuerdas de mi violín con mi arco y mis delgados dedos, escucho un estruendo. Las luces del auditorio se apagan y el público comienza a gritar de forma escandalosa, pero que carajos le pasa al mundo, pareciera que tuviera algo contra mí, primero la entrada de Zelig y luego esto.

Siento como alguien me jala del brazo, rápidamente intento forcejear lo más que pueda, pero lo único que recibo a cambio es un golpe en el rostro tan fuerte que caí al suelo, mi vista se nublaba cada vez más y más, lo único que alcancé ver antes de perder el conocimiento, fue una enorme cicatriz en el brazo,  que me era muy familiar.......  mierda estoy jodida.










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