Capítulo 17: Línea de vida

2.6K 284 497
                                    

He vuelto a subir el capítulo porque wattpad OTRA VEZ me eliminó los guiones largos. Rabia eterna.
.
.
.
.

—Nos matará.

—Shhh.

—Es una idea de mierda.

—Tsukishima, ¡cállate!

—No le grites a Tsukki.

—¿Nadie ha avisado a Kiyoko-senpai?

—La llamó Sugawara-san pero estaba ocupada...

—¡Ese es... es... es el vuelo!

Hinata se levantó de un salto, señalando con un dedo a través de la cristalera. El avión acababa de aterrizar en la pista, a lo lejos. Nishinoya le agarró de la camiseta tirando de él hacia abajo, hasta que quedó de rodillas.

El Karasuno al completo estaba allí, todos agachados tras una fila de asientos naranjas del aeropuerto. Estaba también Yaichi, y algunos de los alumnos de primero que se habían unido recientemente al equipo de volley. Concretamente tres, los más implicados, aunque eran bastantes los que habían cubierto ese año la instancia.

Tsukishima había propuesto hacer un casting para escoger a los más apropiados, como si fuesen un club de élite o algo parecido, pero los demás se habían opuesto. Cualquiera de esos chicos podría haber sido Hinata un año atrás. Incluso sentía un especial cariño por los que no sabían ni las reglas del juego.

—Cuando yo llegué no hicisteis ninguna fiesta —se quejó Nishinoya, agitando la cabeza.

—Eso es porque no estaba Hinata para organizarla —dijo Daichi, riendo entre dientes.

Los mayores ya no estaban en el equipo, pero se habían apuntado a recibir a Kageyama sin dudarlo. Ya habían hecho los exámenes de acceso a la Universidad, y las clases todavía no habían empezado. Incluso estaba Asahi, que no había seguido con los estudios, pero pidió el día libre en la empresa para reencontrarse con sus compañeros.

—Hinata-senpai —Rayos, qué raro que me llamen así. Hinata se giró y miró a uno de los chicos de primero. Tenía el pelo extremadamente liso, se llamaba Yui -aunque secretamente le había apodado Mochilo-, y quería ser colocador, así que no perdía la ocasión de estar con Kageyama aunque cuatro segundos. A veces incluso corría tras él con una mirada de emoción que ni Kageyama con su desprecio natural podía borrar—. Hice esto... esto para él... ¿S-se enfadará mucho?

Le mostró una cartulina bastante grande en la que se leía, en caracteres japoneses, "Sigue volando, Kageyama-senpai!". Hinata tuvo una sensación un poco rara en el estómago al leerlo, porque le habría gustado, realmente le habría encantado que su nombre estuviese escrito allí, y que todos se reuniesen para celebrar sus éxitos propios en el voley.

Llegará, se dijo, sonriendo al chico.
Llegará y te venceré, Kageyama.

—Seguro que se enfadará —dijo, riendo—. Pero se enfadará igual por cualquier otra cosa, así que ¡tú sácala! Te ha quedado muy guay, ¡a mí me encanta!

—¡Gracias, Hinata-senpai!

Nishinoya soltó una carcajada a su lado.

—Estás hecho un hombre, Shoyo, el orgullo de los niños de primero —dijo, dándole un codazo. Hinata rió, sonrojado, mirando sobre los asientos.

La gente ya estaba bajando del avión, y seguro que Kageyama era de los últimos, porque no le gustaba que todo el mundo se apiñase en las puertas y tampoco es como si odiase los aviones como él o algo así.

La mejor nevada del mundo |KageHina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora