Capítulo 6. Tercer tempo

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¡Gracias por las lecturas y comentarios! Se agradecen para tener ganas de seguir escribiendo :-)
También os agradezco la paciencia con estos dos. ¡Son un poco lentos!

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Capítulo 6

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Casi veinte minutos bajo el agua hirviendo. Hinata se había quedado en la entrada del hostal hablando con Yamaguchi. No importaba. No le importaba estar solo; estaba acostumbrado y en cierta forma le daba calma.

Se sentía cansado. Los días que no entrenaba su cuerpo parecía mucho más exhausto que cuando pasaba las horas jugando al volley. Cerró los ojos y el agua se escurrió despacio por su cara, goteando por su barbilla. Le encantaba ducharse con el agua tan caliente que casi le hiciese daño. Sentir su cuerpo arder como sólo lo conseguía el volley.

Como solo lo conseguía cuando colocaba la bola para él.

En el banquillo su móvil no dejaba de sonar. Odiaba el maldito WhatsApp con todas sus fuerzas. Nunca lo había tenido hasta ese año, cuando sus compañeros del Karasuno le convencieron de su utilidad para los mensajes de equipo. Solía ignorarlo, pero de alguna manera había acabado en varios grupos; uno de su familia, donde su tío mandaba fotos de constelaciones. Eso no estaba mal, pero su tía compartía sin parar vídeos de gatitos. Acabaría odiando a los malditos bebés-gato.

Oikawa-san también le mandaba a veces algún mensaje, siempre metiéndose con él o deseándole mala suerte para su siguiente partido; incluso había creado unos stickers en los que le sacaba la lengua. Nunca le contestaba, pero daba igual, seguía mandándole los mismos mensajes.

Cuando estaba en Tokio por el campamento juvenil le había mandado un mensaje extraño a las cuatro de la mañana de un viernes. Era la última noche que Kageyama había pasado con Atsumu durante aquellos días, y estaba volviendo al hotel cuando vio su mensaje.

No importa si mañana ganas o si pierdes. Todo eso ha quedado atrás. Cada noche entreno sabiendo que algún día tu mejor rematador será mi compañero. Algún día yo colocaré para Chibi-chan, y haré florecer su talento y nadie podrá mirar hacia otro lado, colocaré para él y el mundo entero conocerá el nombre de Hinata Shouyou. Eso es algo que tú no puedes darle, no importa lo bueno que seas.

No había logrado quitarse aquel mensaje de la cabeza y tampoco tenía el valor de borrarlo. Porque una parte de él pensaba que era cierto. Nunca podría alcanzar a Oikawa-san. Nunca podría igualar su capacidad de sacar lo mejor de cada rematador.

Sí de Hinata, se dijo, apretando los labios mientras el agua le calentaba la espalda y los hombros congelados.

Tal vez no pueda hacer florecer el talento de todos, pero sí el de él. Le conozco. Sé cómo le gusta rematar. Conozco su altura máxima de salto, conozco sus capacidades. Sé como debo colocar para que remate bien, sé hasta donde pueda apretar. Le conozco. Le conozco mejor que a nadie.

Pero las palabras de Atsumu seguían en su mente. Las palabras del campamento juvenil.

"Tobio-kun, eres un santurrón".

La mejor nevada del mundo |KageHina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora