Capítulo 17 - Draco Malfoy

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La sensación del agua contra mis labios me despierta. Estoy sediendo. Trago todo lo que puedo, pero no es suficiente para saciarme.

Luna aleja el cuenco de madera de mi boca y yo me estiro tanto como puedo para obtener un poco más. Así es como me doy cuenta de que me ha cambiado de posición. Estoy sentado en el piso con los brazos atados contra una mesa.

Podría levantarme y correr, pero ella está sentada sobre mis piernas. Además, no creo tener la fuerza suficiente para hacerlo.

Diría que estoy adolorido pero, a este punto, me he acostumbrado.

- Nunca te hice faltar el agua. - Reclamo, envalentonado con los cuatro días que me ha mantenido en cautiverio.

Se estaba tomando muchas molestias para sólo matarme. Lo hubiese hecho junto al arroyo. Quiere más de mí. No me preocupa tanto, cualquier cosa es mejor que morir.

Vuelve a acercar el cuento a mi boca, pero no lo inclina. Lo tengo contra mis labios, pero soy incapaz de beber el agua dentro. Termino sacando la lengua e intentando alcanzar un poco.

- ¿Qué diría tu padre si te viera beber agua como un animal? - Pregunta, sonriendo.

La ignoro.

- ¿Y tu madre? ¿Qué diría tu madre? ¿Debería ir a preguntarle? -

Sacudí las piernas con fuerza, sacandola de encima.

- ¡No te atrevas a tocarla! ¡No te acerques a ella! -

Luna se aleja, visiblemente afectada.

- ¿Sabes lo que hubiese dado por oirte decir eso? - Dijo casi en un sollozo. - Todo, Draco. Lo hubiese dado todo. -

Guardo silencio, asustado ante su implícita amenaza. Incapaz de decirle nada. ¿Qué debería decirle? ¿"Lo siento"? Pues ella lo sintió más...

- Habla. Dime porqué. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Conocías a más integrantes del Ejército de Dumbledore. De todas esas personas, ¿por qué me escogiste a mí? -

- No te escogí. Fueron ellos. -

- ¡Pero no los detuviste! -

- ¡¿CÓMO?! ¡¿CÓMO LOS HABRÍA DETENIDO?! Te advertí. Te dije que habría problemas si tu padre seguía con su revistilla de mierda. Intenté ayudarte. -

- ¡Me torturaste! -

- ¡Lo sé! ¡Ya lo sé! Y nunca entenderás lo mucho que lo lamento. Hice lo que pude por ti. Hice todo lo que pude. -

- No fue suficiente. Mirame. Mira lo que hiciste. Me destruiste, Draco. Yo te amé y tú me destruiste. Jamás me recuperaré. Las pesadillas me atraparán siempre sin importar lo rápido que corra o cuan lejos vaya. -

- Pero, estoy aquí, ¿verdad? Estamos aquí. Juntos. Somos libres ahora. Puedo... puedes... Si tan solo me dejaras... -

Las palabras se enriedan en mi lengua. Las ideas tropiezan unas con otras, peleándose y aturdiendome.

- Puedo enseñarte a ya no tener miedo. Déjame enseñarte lo que he aprendido. Entonces, no volverás a temer. Te convertirás en la pesadilla. -

Lo que fue de nosotros  (Druna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora