Lo que fue de nosotros (Druna)

Capítulo 2 - Draco Malfoy

-¿Mamá?-

No responde.

Me acerco a ella.

-Mamá, saldré un rato. ¿Está bien?-

Meto un mechón suelto de su cabello tras su oreja. Ella esboza una imperceptible sonrisa y me mira.

Hay tanto dolor en sus ojos que lastima. Me lastima demasiado y quito la vista.

Soy un cobarde que no puede enfrentar a su propia madre.

Tal vez mañana sea capaz.

Tal vez, nunca.

- Volveré en la noche, ¿si? -

No contesta.

Salgo por la puerta del frente y la cierro con mucho cuidado. La última vez la cerré demasiado fuerte y me quedé con la perilla en la mano. Me pasé el resto del día intentado arreglarla.

Jamás imagine que vivir sin magia fuera tan difícil.

Me abro paso entre la maleza, arranco hojas, piso plantas y pateo unos cuantos animalejos en mi camino.

Sostengo mi "lanza" con fuerza y me siento ridículo por creer que un palo con la punta afiliada es una lanza. Sin embargo, es mi mejor intento de arma así que me aguanto. Me guardo mi odio propio y continuo avanzando.

Llego hasta una pequeña laguna y me agacho sobre el borde. Cruzo miradas con el maldito pez que llevo días tratando de atrapar y suspiro con frustración.

Sé que hoy tampoco lo atraparé pero de todos modos lo intento.

Mientras aporreo el agua con fuerza (Y torpeza) pienso que tal vez ese pez es Lucius. Me lo imagino riéndose de mamá y de mí. Me lo imagino viviendo una buena vida lejos de aquí.

Golpeo con más fuerza aunque ya no veo al pez por ningún lado.

Pienso en lo poco que quedó de mí madre. La veo sentada en esa ruinosa esquina llenándose de polvo como un mueble más, rota y abandonada a su suerte.

Y no puedo hacer nada.

No puedo ni atrapar un pez.

Pongo toda mi fuerza en un último golpe y punta de la "lanza" choca contra una piedra y se quiebra, lo que queda del estúpido palo no soporta mi peso y también se rompe.

Caigo de cara al agua...

Me. Odio. Tanto.