¡¿Amor a distancia?!

Un tal Hooni

Disclaimer: los personajes presentados en esta historia no me pertenecen y no quiero lucrarme a través de ellos, solo busco entretener, pertenecen a la historia original de Parkgee.

Advertencias: La temática del fanfic es BL, lo que quiere decir que habrá una pareja de dos chicos, en este caso, se centra en el SoorimxHooni

La obra hace alusión a varias tendencias autonocivas, pero no busco promoverlas.

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Hoy estaba teniendo un día pésimo.

O, bueno, los días pésimos se habían vuelto normales para Hooni en realidad, pero hoy, sentía que las situaciones del día le sobrepasaban.

Era habitual que sus compañeros de trabajo no fueran amables. O lo ignoraban abiertamente, o le encargaban trabajo que no era suyo porque "Debes ser amable con tus superiores" y la mayoría de veces se quedaba hasta muy tarde trabajando, porque "El buen Hooni" nunca se negaba a hacerte favores, sí, el buen Hooni nunca se cansaba de tanta amabilidad...

Si eso no era lo suficientemente malo, ahora estaba temblando, harto. Uno de sus compañeros de trabajo había estado hostigándolo desde la mañana como era costumbre TODOS sus días laborales y bueno, por alguna razón hoy no estuvo de humor para ser molestado, así que le pareció buena idea pararse y gritarle que se detuviera. Genial, como si el día no fuera a mejor...

-Pero qué chico tan exagerado ¿No crees?

-Sí, ya decía yo que es un hipócrita

-Bah, siempre supe que es de lo peor.

¡¿Qué era de lo peor?! ¡¿En serio?!

-jaja ¿Vas a llorar? ¿En serio? Ya, Hooni, no es para tanto.-rodó los ojos el hombre de poco más de 30 años.

-¿Señor Lee?-una señora de cabello negro recogido y anteojos se asomó en medio de la escena, llamando a los demás empleados a volver a lo suyo.

Hooni suspiró y miró a la mujer, nervioso.

-¿...Qué sucede, señora Young?-se acercó, cansado, pero intrigado por la presencia de la mujer, que en general no traía noticias buenas...

-El señor Park lo llama a su despacho.

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.

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-...y por esa razón le recomiendo que firme esta carta de renuncia.

¡¿En qué momento...?! ¡¿Por qué?! 

El joven pelinegro jadeó, pero la  mirada severa del hombre del otro lado del escritorio no parecía muy abierta a sugerencias. Y sobretodo ¡Cuán injusto!

-Señor Lee, entiendo su inconformidad, pero no es nada personal, simplemente la empresa está pasando por momentos complicados y por eso es necesario el recorte de personal... lastimosamente esta vez le tocó a usted.-habló con cordialidad, aunque se notaba que estaba impaciente porque el chico firmara y recogiera sus cosas ya mismo.-Créame que esta es la mejor opción para todos.

Tres benditos años entregados a esta empresa, tres benditos años soportando abusos, horas extra... para que le recompensaran de esta manera. ¡Como si no tuviera suficientes preocupaciones en la vida! ¿Qué haría ahora? ¿Cómo costearía sus gastos? Suspiró y no le quedó de otra que firmar, torcer una sonrisa antes de despedirse y salir de ahí. Dando furiosas zancadas, fue a su cubículo y recogió rápidamente sus cosas, sintiendo las lágrimas de rabia e impotencia agolparse en sus ojos. De todas formas no tenía la suficiente fuerza de voluntad para pelear.