Oscuridad.
Fue lo primero que su consciencia fue capaz de discernir.
Se sentía... tan disperso, como un simple ser etéreo que observaba todo a su alrededor con indiferencia. Tan solo había espesa oscuridad, pero... quería abrir los ojos, se sentía como atrapado en su propio cuerpo e intentó desesperadamente abrir los ojos.
Escuchó un sonido retumbar repetitivamente, pudo entreabrir lentamente sus ojos, pero sintió que la luz era demasiado intensa y le lastimaba los ojos y tuvo que cerrarlos de nuevo.
Ah... se sentía tan pesado, las ideas eran incapaces de conectar en su mente, era como si se volvieran agua y era imposible materializarlas correctamente. No le quedó de otra que dejarse llevar por el estado de inconsciencia.
[...]
¿Cuánto tiempo había pasado?
No tenía la menor idea. De nuevo se topó con esa espesa oscuridad, pero ahora podía conectar mejor las ideas. Aquel sonido repetitivo retumbaba con más claridad y volvió a intentar abrir los ojos, luchando por escapar de aquella oscuridad.
Tuvo que intentarlo al menos cuatro veces más para lograr acostumbrarse a la luz correctamente y se sintió desorientado. Nada de lo que alcanzaba a ver a su alrededor le parecía familiar, pero tampoco sabría asociarlo a algo en concreto... estaba en blanco.
Escuchó sonidos de pasos y eso le asustó, pero tampoco podía moverse. Pasó saliva, sintiendo su garganta tan reseca que quemaba dolorosamente.
Voces dispersas, sombras y manchas moviéndose en el lugar de un lado a otro, y él era incapaz de articular palabra alguna.
Cerró los ojos cansinamente. Se sentía... resignado. Si iba a morir, si le harían daño mejor no oponer resistencia. Al fin y al cabo era lo que siempre deseó ¿No? Morir, librarse de una buena vez por todas de todas sus preocupaciones y problemas.
Pero... ¿Qué problemas? ¿Qué preocupaciones? En ese estado era incapaz de recordar algo en concreto. Solo estaba ese sentimiento de sentir demasiado el peso de los años, la constante sensación de cansancio y resignación, el simple deseo de morir, a pesar de que tan siquiera recordaba su nombre o algo sobre su vida.
-obre...chico... las investigaciones...
-escalofriante...
-...reposo...
Aquellas voces dispersas no paraban de murmurar a su alrededor, aumentando su ansiedad. ¿De qué hablaban? ¿Hablaban de él? ¿Qué querían?
Sintió una cálida caricia en su mejilla y sintió escalofríos, una voz empezó a hablarle de cerca.
-...ni... no te esfuer... descansa....-fue lo poco que pudo distinguir de sus palabras mientras era acariciado y tuvo que hacer caso, pues pronto empezó a sentir un dolor punzante en su cabeza que le impidió seguir escuchando a aquella voz
.
.
.
.
Podía observar a través de los ventanales que afuera había un abrumador cielo gris, pequeñas gotas se deslizaban en los amplios cristales tan pulcros. Hacía mucho viento y algunos truenos empezaban a resonar por toda la ciudad.Ah... todo lucía tan lúgubre, tan silencioso y pacífico allá afuera. Cómo deseaba tanto salir corriendo descalzo solo para sentir el agua de lluvia tocando su piel, cuán refrescante sería sentir el césped mojado bajo sus pies, cosquilleándole las plantas de los pies.
-Hey, ¿Me estás escuchando?
-¿Eh? ¿Q-Qué?
-No tienes remedio... te digo que es mejor que te comas eso, leí que es bueno para cicatrizar-le señaló la bandeja de comida a medio comer que se encontraba frente a sí. El chico se ruborizó por su despiste.
ESTÁS LEYENDO
¡¿Amor a distancia?!
Hayran KurguSoorim es un exitoso músico con una impecable carrera musical y un carisma que le ganaron su fama prácticamente mundial. Sin embargo, últimamente la vida le parece tan relativa... Lee Hoon es un chico común y corriente... bueno, común dentro de lo q...