¡¿Amor a distancia?!

Encuentro accidental

La cabeza le daba vueltas y punzaba como si furiosas avispas revolotearan con violencia en su interior, soltó un quejido lánguido, haciendo grandes esfuerzos por levantarse y lidiar con un nuevo día.

Se sentía un tanto como apaleado después de tantas emociones en el día anterior, bostezó. Por inercia, tomó su celular para revisar la hora.

Le sorprendió ver una notificación de mensaje de aquella aplicación de chat aleatorio, los recuerdos le invadieron de golpe. Cierto, ayer habia conocido a un chico bastante agradable llamado Young Soo.

"Hola espero que..."-decia la notificación, incompleta y desbloqueó el móvil para revisar.

《Hola espero que tengas suerte buscando trabajo jaja espero que no sea muy molesto, pero quería que vieras esto...》

Miró que más abajo había varios enlaces a diferentes sitios en internet, por un momento, desconfió, pero leyendo brevemente se dio cuenta de qué era lo que le estaba enviando. Anuncios en internet de diferentes lugares que buscaban personal en Seúl.

"Esta persona es un ángel"-pensó, conmovido. Ah ¿No era un poco triste, en cierto modo? Toda su vida fue pisoteado y ninguneado por las personas de su entorno, y aquí estaba, una persona que a penas le conocía demostrando más humanidad y desencia que todas las personas  que había conocido en su vida. Una persona que se había tomado no solo la molestia de escucharlo, si no de incluso tomarse la molestia de investigar por él. El día estaba empezando bastante bien.

Decidió escribirle un mensaje, con una sonrisa en el rostro.

《¡Hola! Muchas gracias, me será de mucha utilidad ^^ no puedo creer que te tomaras la molestia... en serio, muchas gracias》-dijo antes de dejar a un lado al móvil para buscar ropa limpia para ir a ducharse. Quería despejarse y empezar el día con buen pie.

Hooni se estremeció al ver a una chica en el sofá, usando lo que parecía ser la playera de Dong-yul, su roomie. Era linda, despampanante, tenía el cabello teñido de rojo.

-U-um buenos días...-saludó timidamente, prácticamente huyendo hacia el baño para ducharse.

La mujer sonrió, coqueta, le agradaba lo que tenía a la vista.

-Buen dia, lindo~ -dijo mientras cambiaba de canales con el control remoto de la televisión, campante, casi parecía que siempre fue una habitante de aquel departamento.

El azabache se puso rojo hasta las orejas y cerró la puerta tras de sí, apoyándose en esta. Suspiró, era lo mismo cada semana ¿Cómo alguien tan... agresivo y primitivo como Dong-yul podía tener tantas chicas?

Él, por otro lado... poco o nada tenía que contar respecto a su vida amorosa, a lo mucho una que otra historia, y ninguna terminó bien...

Bueno, de todas formas no quería revivir esos recuerdos dañinos, no ¡Hoy tendría un buen día y encontraría trabajo, estaba decidido! No dejaría que la ayuda de Young Soo fuera en vano.

Vaya, se sentía... ¿Feliz? Tal vez por el hecho de que casi nadie había sido tan amable con él. De todas formas no quería dejarse llevar demasiado, no olvidaba todas esas historias que había leído en internet de asesinos seriales, psicópatas... ¡Ni hablar!

Se desvistió y se metió a la ducha, reconfortado con las tibias gotas recorriendo su cuerpo, delgado y pálido. A pesar de que ya era mayor de edad y había aumentado un poco de estatura, seguía conservando esa contextura frágil, delicada. Razón por la que a menudo era empujado y aplastado en los lugares aglomerados de gente, lo odiaba.

Sí, siempre ignorado y pisoteado, asi era su naturaleza, pasiva, sin voluntad alguna por protestar por todas las cosas que realmente le lastimaban, lo rompían como ser humano lentamente, convirtiéndolo en una muñeca de trapo miserable y sin voz ni voluntad, estaba a la merced de todos ellos...