"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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El jefe Webber los había llamado a todos a una sala de conferencias y todos estaban un poco confundidos.
Eleanora se abrió camino entre la multitud, dando un pequeño '¡lo siento!' cuando se topó con alguien. Se detuvo junto a Alex, mirando al Jefe y su secretaria.
"¿De qué se trata esto?" Eleanora cuestionó, inclinando la cabeza. Alex se encogió de hombros, moviendo su mano para descansar en la parte baja de su espalda.
"Ni idea. Solo espero que pase rápido para poder salir de aquí y volver con mi paciente. El tipo tiene un ovario." Él susurró la última parte, acercándose más a su rostro para que pudiera oír. Sus ojos se abrieron y lo miró.
"¿De Verdad?"
"Sí. Y su esposa está embarazada." Alex dice, arqueando una ceja. El ceño de Eleanora se arrugó mientras pensaba por un minuto.
"¿No debería ser este-" se dio cuenta de la mirada que Alex le estaba dando y dejó escapar un pequeño grito ahogado, su mano volando a su boca. "-¡oh Dios mío!"
Alex solo asintió con la cabeza, pero su atención fue captada por el Jefe. Todos en la habitación se callaron y escucharon, la mayoría confundidos en cuanto a lo que estaba pasando y el resto simplemente molesto por haber sido llamados lejos de sus pacientes.
"Tres internos, cuatro residentes y seis enfermeras en este piso quirúrgico han sido diagnosticados con... sífilis."
Las mejillas de Eleanora se enrojecieron y miró a George por el rabillo del ojo, viéndolo deslizarse lentamente en su silla. Alex soltó una pequeña risa, mirando al cielo.
"Gracias. Dios, gracias por hacer que este día sea tan maravilloso."
Eleanora le golpeó el brazo débilmente, tratando de apartar los ojos de Olivia. Ella solo sabía de esos dos, y realmente no quería llamar la atención de la gente sobre ninguno de ellos. Pero todavía no podía apartar los ojos por completo de ellos.
Patricia dice, su voz de alguna manera alegre a pesar de la incómoda conversación. "Hay más de 70.000 casos nuevos cada año. Si no se diagnostica, la sífilis puede provocar ceguera, locura e incluso la muerte."
"Si tienen relaciones sexuales sin protección con otro miembro de nuestro personal, háganse la prueba." Dijo el Jefe. La habitación se rió, pero su rostro aún conservaba la expresión seria y severa que siempre parecía tener. "Eso no es una solicitud. Patricia..." el Jefe se aclaró la garganta. "Patricia ahora les dará a todos una demostración de sexo seguro."
