"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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"Cariño, oye, despierta."
Eleanora gimió desde donde estaba acostada boca abajo en su almohada. Estaba acurrucada en sus mantas y podía sentir las piernas de Alex enredadas en las suyas. Estaba cómoda, relajada. "Vete."
Alex resopló, presionando un beso en su omóplato. "No, no puedo. Si no te levantas llegaremos tarde, y quieres cuidar de Meredith, ¿verdad? ¿Ser todo mamá oso en su trasero?"
Bien, pensó ella. Se dio la vuelta de espaldas, haciendo pucheros ante la cara divertida de su novio. El primer día completo de Meredith después de la bomba, y Eleanora probablemente estaba más nerviosa que la propia Meredith.
"Te odio a veces." Alex sonrió, inclinándose para presionar un largo beso en sus labios. Eleanora dejó que una de sus manos se posara en su mejilla, devolviéndole el beso con entusiasmo. Él se apartó después de un momento, dejando un rastro de besos por su cuello.
"No, no lo haces. Disfrutas de mi compañía." Alex declaró con total naturalidad. Presionó un último beso en su hombro desnudo antes de quitarle las mantas. Se inclinó y agarró sus jeans, poniéndoselos mientras caminaba alrededor de la cama.
"Tengo que irme sin ti. Le dije a Bailey que haría una ronda previa sobre algunos de sus pacientes dados de alta antes de que todos los demás llegaran." Agarró su sudadera con capucha y se la puso, guiñándole un ojo. "No te quedes en la cama mucho tiempo, cariño."
Eleanora sonrió, dándole un suave "Adiós" mientras se sentaba. Estiró los brazos, se levantó rápidamente y se arrastró para agarrar la ropa. Miró el reloj en su mesita de noche, repasando cuánto tiempo le tomaría tomar un café antes de ir al hospital. Ella e Izzie habían hablado sobre ese nuevo lugar en la cuadra del hospital unos días antes, y Eleanora tenía muchas ganas de probarlo.
Al llegar a la conclusión de que podría hacerlo si se preparaba rápido, sonrió para sí misma. Amarrándose el cabello en una cola de caballo, saltó hacia la puerta mientras se ponía los pantalones.
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"Bienvenida a Kelly's Spot, ¿cómo puedo ayudarte hoy?"
El barista detrás del mostrador era una mujer más joven con el pelo rojo y una sonrisa en los labios. Eleanora le dedicó una sonrisa y dio un paso adelante. Dejó que sus ojos bailaran por el menú encima de ellas, mordiéndose el labio mientras pensaba.
"Um, solo tomaré un expreso grande con vainilla, por favor." La mujer, Hannah, si su etiqueta con su nombre era correcta, se limitó a arquear una ceja y marcar la orden.
"¿Trabajas en el hospital de la calle?" Ella cuestionó. Eleanora asintió, hurgando en su bolso en busca de dinero. Sabía que su billetera estaba allí en alguna parte, pero el contenido de su bolsa era un desastre debido al turno de urgencias de anoche.
