"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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Al abrir los ojos, Eleanora hizo un pequeño ruido molesto ante las brillantes luces de la habitación. Finalmente se adaptó a la luz y sintió que alguien sostenía su mano. Giró la cabeza hacia un lado y vio a Mark llevándose la mano a la cara con los ojos llorosos y rojos.
"Hola." Ella susurró, su voz rasposa por el desuso. Mark soltó un pequeño sollozo, inclinándose hacia adelante para tomar su mejilla con una mano. Eleanora sonrió suavemente, cerró los ojos y se apoyo en él.
"Me tenías preocupado, muñeca." Le susurró. Eleanora abrió los ojos y los cerró con los de él. Ella le apretó la mano lenta y débilmente.
"Pero estoy viva." Ella le dijo. "Ambos estamos vivos. Eso es todo lo que importa."
Mark frota su pulgar en círculos en su mejilla antes de inclinarse hacia adelante y presionar sus labios juntos. Es un beso suave, pero Eleanora aún podía sentir cada emoción que estaba detrás de él. Cuando se alejaron, Mark apoyó la frente en la de ella. Le quitó la mano de la mejilla y tomó su bolso que alguien le había traído antes. Agarrando una pequeña caja, Mark la abrió y la colocó a su lado en la cama.
Eleanora escuchó el 'click' de la caja abriéndose y abrió los ojos, confundida. Mark retrocedió un poco y ella miró hacia abajo, un pequeño jadeo se le escapó cuando vio una cajita de terciopelo negro con el anillo de compromiso de su abuela dentro.
"Mark..." se ahoga, mirándolo por un momento antes de volver a concentrarse en el anillo.
"Cásate conmigo." Le apretó la mano y empujó un poco la caja del anillo hacia adelante. "Cásate conmigo, Eleanora Amedeo. No hay nadie más con quien quiera pasar el resto de mi vida, no quiero a nadie mas a mi lado. Casi mueres hoy, muñeca. Casi mueres, y-y me volví loco. No puedo perderte, Nora. Entonces, ¿cásate conmigo?"
Eleanora sintió que las lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero por primera vez en las últimas veinticuatro horas, eran de felicidad. Ella asintió con la cabeza, una pequeña risa feliz se le escapó.
"¡Si. Si, si, si !" Mark sonrió y se rió él mismo, quitando su mano de la de ella para poder levantar la caja del anillo. Con cuidado sacó el anillo y tomó su otra mano, deslizándola sobre su dedo anular.
Eleanora sonrió, algunas lágrimas de felicidad se deslizaron por sus mejillas mientras veía a su novio - no, su prometido - poner el anillo de compromiso de su abuela en su dedo. Después de que se colocó, Eleanora se movió y ahuecó sus mejillas, tirando de él hacia ella para que pudieran compartir otro beso. Mark colocó una mano en la parte posterior de su cabeza y la otra en su mejilla, los dos sonrieron ante el beso.
Mark frotó sus narices juntas y le susurró. "Te amo, Eleanora Amedeo. Por siempre y para siempre."
"Yo también te amo, Mark Sloan. Por siempre y para siempre."
