I. Capella

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Los días completamente normales para Echidna, son todo menos normarles...

1879
Biblioteca Nacional, Paris, Francia.

-¡Señorita, señorita! -una mujer de cabellos castaños subía a toda prisa las escalera que llevaban al segundo piso de esa enorme biblioteca -tiene una carta -al llegar, vio a una joven rodeada de varios libros tirada en el suelo mientras leía, muy concentrada en lo que hacía para préstale atención a la castaña -¡Echidna-san, tienes una carta de Londres!

-¿Es otro caso?

-¡No, no es un caso! -extendió la carta hacia Echidna, reconoció enseguida la letra del remitente leyendo su contenido lo más rápido que pudo sonrió -¿y bien...? ¿qué dice?

-Es mi hermano mayor, por fin... algo realmente interesante estar por pasar~

-...

-Volveré a Londres -se levantó de su lugar, su amiga le miró confundida -nos vemos Anna.

-¡E-espere un momento! Todavía está en medio de una investigación...

-Fue la amante de la víctima -respondió bajando los escalones -dile a la policía que busque en el sótano -se despidió con la mano, Anna se quedó mirándola confundida suspiró recogiendo los libros que Echidna dejó tirados.

<<Esa chica sí que es extraña...>>

Algunos días pasaron cuando Echidna llegó a Inglaterra, la chica dio un suspiro al llegar al puerto, había llegado más rápido de lo planeado.

-No importa... supongo que les daré una sorpresa -sonrió para sí misma tomando su equipaje, la joven buscó algún carruaje disponible hasta encontrar uno -buenos días, ¿podría llevarme a a estación de trenes?

-Por supuesto, por favor entre... ¿anda sola jovencita? ¿dónde están sus padres?

<<Ah, sigue pasando...>>

A pesar de que era una joven adulta las personas seguían confundiéndola con una niña, lo cual era estresante en sí.

-Mis hermanos me esperan en la estación de tren, ¿podría llevarme por favor? -era una mentira pero al menos no haría tantas preguntas.

-Por supuesto, permítame ayudarle -el hombre le ayudó con su equipaje, no tardó mucho para llegar a la estación de trenes, pago por el servicio y se despidió del hombre -que tenga un buen día pequeña dama.

-Igual usted -al comprar el boleto Echidna miró a ambos lados, el lugar estaba repleto de personas -la estación de Kings Cross es enorme, espero no perderme -en medio dela estación se escuchó un grito, Echidna fue a ver qué ocurría cuando vio a una niña tirada en el suelo rodeada de flores.

-Que desagradable, no te acerques a mí niña mugrienta -era una mujer que estaba muy molesta, pateo una canasta repleta de flores las personas observaban a esa mujer sin hacer nada -desaparece mugrosa... -la mujer alzó su mano para golpear a la niña, pero su mano se detuvo al ver cómo alguien se interponía, acercándose a la niña -¿quien...?

-Todo estará bien, vamos llévate esto y ve con tu familia -Echidna puso unas cuantas monedas en la mano de la niña, la pequeña le miró confundida.

&lt;&lt;Tsumi no batsu&gt;&gt; Moriarty the PatriotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora