V.Oh mierda

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La mala suerte acompaña a esta chica...

—¿Estas bien...?

—Si estoy bien.

—¿Estas segura? Estás temblando, quizás deberíamos parar aquí —William miró a Echidna con preocupación —podemos dejarlo ahora, de seguro...

—Y-yo no estoy temblando, estás imaginando cosas...—William frunció el ceño, suspiro para continuar, la chica apretó las sábanas con fuerza tratando de no soltar un quejido.

—Ya casi terminó... listo. Con esto debería bastar —dejó en la mesa una pequeña aguja llena de sangre, a su lado habían pequeños paños cubiertos por la misma —tardarán un par de semanas en sanar.

—Hmm, tienes razón. Así que, ya que terminamos aquí vamos a beber algo con los demás —antes de irse William la agarró dela muñeca, luego la soltó, William agarró una de las tazas que había a su lado, Echidna lo imitó bebiendo el té.

—Una horrible cicatriz se quedará... es la segunda —dijo después de un largo silencio.

—Awww ~ eres tan lindo, ¿te preocupa que no consiga esposo? —ante tal pregunta el rubio escupió el té, ante el comentaría de la chica—no tengo interés en un hombre que se fije sólo en mi buen cuerpo, porque en ese caso yo ya perdí cumpliré 17 este año, y mira –Echidna puso ambas manos en sus caderas alzando su pecho con orgullo, era la apariencia de una niña de 14 años —parezco una chiquilla, ¿verdad? Además, los hombres no les gusta que una chica sea más lista que ellos, ¿no? Así que consiga esposo es improbable, por lo que el que consiga un marido no será culpa tuya~

—¿Qué tiene que ver todo lo que dijiste con esto?

—Eh, bien, estás preocupado por mi futuro ¿no?

—Estoy preocupado por tu seguridad, y también por tu futuro, aunque —William le brindo a la albina una sonrisa traviesa , sus ojos carmesís se oscurecieron, se acercó a Echidna agarrando un mechón de su cabello, lo restregó un poco, el largo cabello blanco y ondulado de Echidna era suave al tacto, su piel clara y ojos rosados —podría hacerme responsable.

—¿Eh...? Lia...¡N-No digas tonterías! —exaltada y con las mejillas sonrojadas, Echidna se levantó molesta, antes de salir gritó —¡estoy bien y tú lo estás así que no juegues conmigo! ¡Lia, eres un idiota! —y sin más cerró la puerta, William soltó una pequeña carcajada.

—Yo realmente iba enserio, eres tú la
que no debería jugar conmigo Echidna.

La albina por otro lado llegó a su habitación se lanzó a la cama y abrazó a la almohada más cercana, podía sentir su corazón latir con tanta fuerza que juraría que le saldría del pecho.

<<Aunque... podría hacerme responsable>>

—William, eres un idiota —murmuró con el rostro ardiente —¿iba enserio? ¿O me estaba molestando? ¡No, no, no! No puedo pensar en eso, no ahora... pero, ¡no puedo! —de repente alguien tocó la puerta de su habitación, la abrió un poco, no era nadie más que Fred —¿que ocurre? Es inusual en ti venir a mi habitación.

—¿Su brazo sigue bien?

—Sip~ como verás no es nada —abrió su mano, y alzó el brazo varías veces mostrando que estaba en perfectas condiciones —¿ves? No es nada...  pero, tú bufanda quedó arruinada, lamento eso.
—No importa, me alegra que usted esté bien, no puedo agradecerle lo suficiente por lo que hizo. Muchas gracias —sonrió.

&lt;&lt;Tsumi no batsu&gt;&gt; Moriarty the PatriotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora