💋19💋

719 36 11
                                    

Karol.

Podía ver como aquella mujer empezaba a llorar. Estaba triste y extrañaba a su hija, pero.... yo no lo era y no quería mentirle.

— Si quieres ver a tu hija, tienes que aceptar que ella murió y que esta en un lugar mejor - La señora, me tomo fuerte de la mano - si tienes miedo, puedo acompañarte hasta donde pueda llegar.

De repente, la señora empezó a brillar. Todo lo oscuro y lo negro que tenía desapareció. Ahora parecía una mujer hermosa y amable. Era rubia, de tez blanca. Me tomo de la mano y una puerta se abrió en frente de ella. Ambas caminamos hacia aquella puerta y se despidió de mi con una sonrisa, yo hice la misma acción y luego de eso, desapareció.

— ¡¡Karol!! - Sabrina corrió hacia a mi y me abrazó -

Ambas nos abrazamos felizmente, hasta que recordé a Ruggero. Rápidamente corri hacia el cuarto y lo vi tirado en el suelo. Me arrodille hacia el y lo empecé a mover para que pudiera despertarse.

— Rugge, despierta por favor

— Karol, ¡Karol! - Grito y se levantó rápido - Karol, ¿Estas bien? - Me tomo de los hombros - aquella señora, me atravesó y no supe que paso después - Dijo rápido -

— Callate de una buena vez Pasquarelli - Tome su cara entre mis manos y estampe sus labios contra los míos -

— ¿En dónde estamos? - Pregunto desorientado -

— Una historia súper larga que luego te contaré - Volvi a besar sus labios -

[••••]

Después de contarle todo a Ruggero y explicarle lo que sucedió, este se quedó impactado. Al principio no mos creía del todo, hasta que no tuvo otra opción más que creernos a mi y a Sabrina. Luego de lo que había pasado, Rugge decidió que nos iríamos a otro penthouse. Todos concordamos con el y apostamos nuestras valijas, las subimos al auto y esperamos hasta llegar al nuevo penthouse.

De apoco fui cerrando mis ojos, hasta caer en un profundo sueño. Era obvio que tarde o temprano me dormiría, ya que no he dormido en todo el día, preocupada por Ruggero. Pero por fin podía dormir un poco por lo menos.

Al despertar, veo que estoy en un cuarto hermoso. Era más lindo que el anterior cuarto que teníamos. Me levanté de la cama y caminé hacia la salida, pero al abrir la puerta, todo estaba oscuro. Un viento fuerte me derrumbó y un grito desgarrador me enzordecio. Tome mis piernas y me puse en posición fetal, mientras que lloraba y rezaba por volver a estar con Rugge.

— ¡Karol!, ¡Karol despierta!. Es solo un sueño - Sentia la voz de Ruggero llamarme -

Rápidamente abrí los ojos, dándome cuenta de que solamente era un horrible y aterrador sueño. Al ver a Ruggero a mi lado, en un abrir y cerrar de ojos lo abracé. Estaba asustada por aquel sueño y lo único que necesitaba era un abrazó, y un toque de realidad.

— Tranquila bebé, estoy aquí. Nada te va a pasar - Acaricia suavemente mi cabeza -

— Rugge, no te vayas por favor - Entre lágrimas -

— ¿A dónde quieres qué me vaya?, si son las tres de la mañana - Dice riendo -

— Creo que dormí mucho - Limpiando mis lágrimas -

— ¿Tu crees? - Rie, haciendo que yo haga lo mismo - ¡Ey!, tranquila. Estoy aquí y nada te va a pasar. Te lo juro - Susurro - ahora vuelve a dormir. Yo estaré aquí si lo necesitás.

— Graciasias - Depósito un besó corto en sus labios y vuelvo a mi posición en la que estaba -

No podía dormir y aún que lo intentaba, no podía aun. Muchas preguntas rondaban por mi cabeza, haciendo que me maree y quiera cerrar los ojos, y olvidarme de eso. Estaba apunto de reconciliar el sueño, cuando escucho la puerta del cuarto abrirse. Rápidamente voltee y vi que era Sabrina.

Estaba vestida con un jean azul, un crop top y unos tenis blancos. Como siempre, llevaba una cola alta y sus típicos lentes negros. Estaba súper linda, pero se veía nerviosa. Me pare con cuidado de la cama y me hacerque a ella para preguntarle a donde iría.

— Sabrina... - Me interrumpe -

— Karol, perdón por haberme metido contigo. En verdad lo siento. Yo sé que tu amas a Ruggero y que nunca tendré una posibilidad contigo, pero quiero saber si me puedes perdonar.

Tome su mano y entrelaze nuestros dedos. La mire y sonreí simpaticamente, haciendo que ella haga lo mismo.

— La verdad no hay nada que perdonar, pero si quieres escuchar eso. Te perdono.

— Gracias - Me abraza fuerte -

— ¿Y a dónde te irás? - Separando nos del abrazó -

— Pues yo ya hablé con Ruggero sobre mi renuncia y.... lo de nosotras - Abri los ojos impresionada - pero tranquila, al principio se enojó, pero luego le expliqué todo. El no está enojado con nadie.

— Eso es un alivió.

— El me pago la renuncia y me compre un pasaje de avión para ir a Brasil. Ahí está mi mamá en un sentro de retiro y quiero visitarla. Pero el tema es que el vuelo sale en dos horas y solo quise despedirme de ti - Abranzandome nuevamente - te voy a extrañar a ti y a tu rebeldía de adolecente - Reimos -

— Y yo a ti y a tus regaños e horarios programados - Ríe -

— Bueno, ya me tengo que ir - Beso en la mejilla - que descansen bien.

Y sin más que hacer, salió del cuarto y desapareció de mi vista. Se que al principio ella y yo no nos llevamos bien, pero siendo sincera, la voy a extrañar mucho. Camine hacia la cama y me arecoste con cuidado para no despertar a Ruggero. Estaba apunto de cerrar mis ojos y dormir, hasta que escuchó la voz de Rugge hablarme.

— ¿Así qué también te gustan las mujeres, eh?

Rápidamente abrí los ojos y pude sentir como mis mejillas se sonrojaban. Estaba apunto de tirarme, cuando siento la mano de Rugge rodear mi cintura. Recién me había acordado de que Sabrina le había contado todo.

¡Que vergüenza!

— Tranquila, no me importa que seas bixesual. Es más, me hace desearte mas - Depositando pequeños besos húmedos, causando me escalofríos -

[••••]

💋ᴍI sᴇxʏ ᴘʀᴏғᴇsᴏʀ ᴠᴏʟᴠIᴏ ᴘᴏʀ ғIɴ💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora