Segui caminando, hasta que me detuve viendo un cartel. En el había un chico posando. Vestía una camisa blanca, con los primeros tres botones desabrochados. Usaba un pantalón un pantalon negro de vestir y tenía tirantes. Esa cara me resultaba demasiado familiar. ¡Era Ruggero!. ¿Como se vuelto tan famoso?. Apenas un año aquí y ya se ah vuelto tan reconocido.
Leí lo que decía en el cartel, pero no decía tanto. Decía lo siguiente:
"Después de tantos años desaparecido de New York. El empresario internacional y modelo de marcas famosas como Gucci o Prada, volvió"
Así que por eso el no quería venir a New York. No puedo creer que sea empresario y mucho menos modelo de marcas famosas. Ahora me doy cuenta de que mi ex novio es modelo. Igual no me impresiona mucho. Su carita de bebé es muy hermosa.
Segui caminando por las calles. Gracias a dios la lluvia había parado y ahora podía ver mejor las calles. Segui caminando, hasta llegar a una cafetería enorme. Entre y pedí un chocolate caliente. Me senté en uno de los asientos y esperé a que me trajeran mi chocolate. En cuestión de segundos me trajeron mi orden, junto con una rebanada de pastel de fresas.
— Lo siento pero creo que te confundiste. Yo pedí solo un chocolate caliente.
— Eso es un regalo de uno de nuestros clientes - Dijo y luego se retiró de ahí -
Confundida, trate de encontrar a alguien conocido, pero no había nadie. No sabía quien me habia dado este pastel. Después de intentar buscar aquella persona me rendí. Vi si había una nota o algo, pero lo único que vi, fue una "R". Rápidamente vino a mi mente Ruggero. Pero mi pregunta era ¿En dónde estaba el?.
Después de tomarme el chocolate y comer el pastel, decidí seguir con mi caminó. Tenia que volver al istituto, ya que mañana tendría que prepararme para el show. Pague la cuenta y salí de la cafetería. Vi para ambos lados, pero no sabía por cuál dirigirme.
Camine hacia donde estaba caminando, rezando por encontrar algún camino o señal. Yo no podía más. Me dolían las puertas, estaba cansada y tenía frío. Aún que quisiera parar no podía, tenía que seguir. Vi la hora en mi reloj de muñeca y me indicaba que eran las dos de la mañana. Era súper tarde.
Segui caminando, hasta que un auto paró al lado mío y toco la bocina. Yo me asusté y corrí de la nada. No quería que me robaran. Estaba sola, así que era un blanco fácil para los ladrones o secuestradores. El auto me empe,o a seguir, hasta que me caí por culpa de una roca. Adolorida, me senté en el suelo, frotando mi rodilla.
De apoco el auto se acercó a mi, segandome con sus luces delanteras. Con las pocas fuerzas que tenía, me levanté del suelo e intenté caminar, pero fue peor. Me caí nuevamente al suelo, haciendo que me lastimarla más.
— ¿Señorita Sevilla? - Escuche una voz femenina -
— ¿Si? - Levante mi vista -
— Yo soy Sabrina, secretaria de Ruggero Pasquarelli. Me pidió que la lleváramos a su istituto. Acompáñame.
Cuando nombró a Ruggero, mis ojos se iluminaron inconscientemente. La chica, Sabrina, me ayudó a levantarme y a ponerme de pie. Caminamos hacia el auto y me sentó en la parte trasera del auto. Cuando voltee al frente, mis ojos no podían creer lo que veían. El estaba aquí.
Rugge estaba enfrenté de mi, mirándome con aquellos ojos color miel. Estaba vestido casualmente. Una sudadera azul, unos jeans negros y unos tenis. Su barba ya había crecido, aún que no exageradamente.
Frote mis ojos para ver si era alguna espejismo o un sueño. Después de varios minutos, me di cuenta de que no era un espejismo y mucho menos un sueño. El estaba ahí sentado, mirándome con esa sonrisa tan coqueta que siempre trae.
— ¿Estas bien? - Me preguntó -
Sin decirle nada asenti con la cabeza. Estaba algo avergonzada y no quería hablar. No quiero decir nada raro o tonto enfrente de él.
— ¿Quieres que te llevemos a un hospital?
Negué con la cabeza. Me había caído y lastimado, pero tampoco era tan grave la herida. Solo tenía un simple raspón en la rodilla.
— ¿Estas enojada conmigo?
— ¡No!
Dije rápido y casi gritando. ¿Por qué estaría enojada con el?. Se que me engañó con Candelaria, pero después lo pensé y dije: nunca me podría cambiar por Candelaria, ya que siempre el se quejaba de ella. Seria muy extraño que ahora le guste. Además, Candelaria siempre me trajo bronca. Seguramente lo hizo por venganza o para hacernos daño.
— Pensé que aún estabas enojada conmigo por lo que pasó con.... - Lo interrumpi -
— Perdón por interrumpirte, pero no estoy enojada contigo. Eso ya pasó y además se que no fue tu culpa.
— Entonces..... ¿No estás enojada conmigo? - Tomando mis manos -
— Claro que no, se que no fue tu culpa. Pero..... - Solte sus manos - prefiero estar así.
— ¿Así como?
— Tu y yo. Ser amigos, ¿Qué te parece? - Extendiendo mi mano hacia el -
El la tomó con una sonrisa en su rostro. Yo sonreí igual que el, hasta que me jalo hacia el. Me sentó en sus piernas y me tomó de mi barbilla, obligándo me a verlo directamente a los ojos.
— Yo no quiero ser tu amigo preciosa - Depositando besitos en mi cuello - yo quiero ser el futuro padre de tus hijos - Susurro en mi oído -
Con tan solo decirme eso, ya moje mis bragas. No sé porqué, pero ahí algo en su voz que me hace estremecer como una tonta enamorada. Hace que me imagine cosas que ninguna mujer debería decir o hacer. Pero gracias a él, hago lo que otra mujer no hace.
¡Maldito italiano sexy!
— Te veo mañana bebé - Besando dulcemente mis labios -
Abrio la puerta del choche para que pudiera salir. Me quedé parada ahí quieta, viendo cómo su auto se alejaba del istituto. Cuando ya había desaparecido de mi vista, camine hacia la puerta del istituto. Gracias a dios todos estaban durmiendo.
[••••]
![](https://img.wattpad.com/cover/253035100-288-k274681.jpg)
ESTÁS LEYENDO
💋ᴍI sᴇxʏ ᴘʀᴏғᴇsᴏʀ ᴠᴏʟᴠIᴏ ᴘᴏʀ ғIɴ💋
Acak- Pensé que nunca te volvería a ver Pasquarelli - Cruzandome de brazos - - Pues, pensaste mal nena - Me toma de los tirantes de mi uniforme - yo nunca te dejaría solita - Acariciando mi mejilla - - Nunca te había visto vestido así - Mirandolo de pie...