Capítulo 8

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—Ponte cómodo, Baek.

Las luces de la habitación se encendieron, dando a conocer una recamara promedio y pulcra.

El departamento no era muy grande o espacioso, menos aún lujoso, pero era el hogar de su mejor amigo, SeHun, que le estaba brindando su techo y su amistad incondicional ese día, como solía hacerlo.

—A ver, suéltalo. —se sentó en la blanquecina cama, esperando a que le contase todo acerca de lo que ya se imaginaba. BaekHyun era muy predecible muchas veces.

No sabía cómo empezar con exactitud. Quería decirlo todo; sus sentimientos, emociones y lo que pensaba hacer, pero no tenía un orden el cual seguir, puesto que su cerebro tenía toda la información recopilada en desorden, lo que le causaba no poder empezar por donde quería. Sin embargo, reunió las fuerzas necesarias para empezar a hablar sobre su sentir.

—No sé cómo comenzar a decirte todo lo que tengo aquí adentro —señaló su pecho—. Solo quiero dejar de sentir y de sufrir. Quiero… vivir una vida buena y sin problemas, al lado de mi hijo, viéndolo crecer y dejarlo siendo algo en la vida. Tal vez hasta tener una pareja con quien quedarme hasta el final de mis días y querernos mucho, aunque eso no es imprescindible para mí ahora. EunGi aún es pequeño y me necesita, también sé que necesita a su otro padre, pero yo realmente no sé qué hacer. Y-yo… yo aún estimo mucho a ChanYeol, demasiado. Aún así, no lo acepto. No voy a negar que aún es muy difícil para mí todo lo que pasó, me es muy difícil olvidar que se fue y nos abandonó. Créeme, no puedo perdonarlo por eso… por mucho que lo desee. Siempre está detrás de mí, diciéndome cosas lindas y empalagosas, siendo el mejor esposo que no quiero y eso me confunde aún más, porque ni siquiera se disculpó. Por favor, quiero estar tranquilo o moriré. Te pido por ayuda, SeHun.

Tan rápido como dijo todo aquello, sus ojos se cargaron de lágrimas imposibles de contener, terminando por llorar en voz alta frente a su amigo, despedazado. La situación le dolía, ChanYeol lo había herido y nunca pudo superarlo desde entonces, realmente lo odió por mucho tiempo. Quería golpearlo hasta matarlo, si era posible, hacerlo sentir todo el sufrimiento y dolor que pasó junto a su pequeño, así como la necesidad y el hambre cuando sus padres dejaron de apoyarlo, al igual que los señores Park, que lo condicionaban a dejarles a su hijo, cosa que jamás permitiría. ChanYeol no tenía idea de toda la tristeza y desesperanza que vivió con su pequeño, en lo absoluto.

SeHun se mantenía observándolo de lejos, sin emitir palabras. Deseaba consolarlo, pero conocía a BaekHyun y sabía que iba a rechazar el afecto. No obstante, era diferente cuando su amigo empezaba a darlo, era tan típico de él. También sabía que se haría el fuerte y haría como si nunca hubiese pasado eso. Por ello, pensaba esperar a que se calmara y compartir su punto de vista de las cosas junto a sus infalibles consejos.

Pasó mucho tiempo para que BaekHyun se tranquilizara, poniendo nervioso a SeHun. Sin embargo, estaba somnoliento. Tenía que apresurarse o jamás podría decirle las cosas. Regresó a sentarse a su lado en la cama, tomando las manos ajenas antes de hablar;

—Quiero decirte que será muy difícil cumplir tus deseos, Baek. No quiero enterrar tus esperanzas, pero te pido que analices las cosas y pienses, aunque te cueste hacerlo. Allí es cuando realmente sabrás quién eres y qué quieres para ti y tu hijo. Sea cual sea tu decisión, yo estaré para ti, así como ahora mismo —secò las lágrimas de su amigo con las yemas de sus pulgares con una sonrisa y prosiguió—. Sé que ChanYeol te quiere y está arrepentido. Está en ti perdonarlo o no. Aún así, tienes que estar bien con él por el pequeño que comparten. Por favor, Baekkie, recuerda reflexionar.

—Eres un idiota, Oh.

Le agradeció en silencio con un fuerte abrazo. Apreciaba los tontos consejos de su amigo, porque siempre lo dejarán pensativo hasta el punto de darle la razón. Lo quería mucho.

Fuzzy (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora