Capítulo 6

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La fiesta del amigo de EunGi había sido la mejor mentira que había dicho en años, siendo una farsa montada.

BaekHyun estuvo tan metido en aquella extraña burbuja de amor y felicidad irreal que se asustó mucho. La reventó con un dedo imaginario y suprimió todo sentimiento bueno que haya estado sintiendo en el momento. Tuvo que regresar a la realidad o podía cometer un error más del cual arrepentirse.

Porque sí, ChanYeol era el error más duradero que ha tenido y, sin embargo, muchas veces se olvida de prender sus alarmas imaginarias con los comentarios que el tipo le hacía. Era difícil no sentirse bien cuando le daba cumplidos aunque a él no le interese. En ese punto, el alto debería odiarlo y maldecirlo hasta morir. Pero no, ChanYeol era diferente, al menos.

Eso no era suficiente para él, quien se convencía de despreciar al hombre que le daba todos los derechos de matrimonio pese a no tener ninguna relación que los vincule, exceptuando al sexo. Su coraza decaía por momentos, temía que se despedazara y desapareciera. Era un hijo de puta, pero ChanYeol alguna vez lo fue con él.

La venganza no era buena, solo dulce, aunque uno muy amargo. Siempre trataba de justificar sus actos de venganza con lo que su aún esposo había hecho en tiempos anteriores. Le era muy díficil perdonar. No le creía, no podía hacerlo, ni siquiera el muy tonto le había dado una explicación, la cual le debía.

ChanYeol lo había lastimado y ahora hacia todo lo posible para estar con él y tener su perdón. Pero no tenía la seguridad ni confianza para perdonarlo y regresar a ser la familia que nunca fueron. Eso es lo que detestó. El tipo perdiéndose los mejores momento de su hijo y dejándolo en un pésimo estado cuidando de su pequeño. Si no fuera por ese niño que que ama, su final hubiese concluido con la muerte.

Pese a todo, su relación había mejorado en todo ese tiempo. Ya casi no peleaban y sus encuentros sexuales se volvieron más frecuentes. Sin embargo, BaekHyun todavía establecía sus límites y seguía sin avanzar mucho ante el cambio, exceptuando su carácter agresivo.

ChanYeol los visitaba con frecuencia, al igual que YooRa. Siempre llevaban comida o presentes, pasaban tiempo de calidad juntos como una familia, y eso aterraba a BaekHyun. Lo atormentaba la idea de volver a ser una familia con ChanYeol, una de la que después de formarse, se desligó.

Temía ser abandonado otra vez, temía creerle. Se sentía mejor como estaba, siempre teniendo a su pequeño EunGi a su lado, cuidándolo de todo mal.

*****

Aquella reseña que hizo fue sido un total éxito nacional. Ganó renombre en la empresa y en la escuela de artes, obteniendo una placa con su nombre sin hacer mucho. Gracias a eso, se le otorgó un ascenso para él y su asistente, con una alta liquidación y una oficina de ensueño.

—¿En qué tanto piensas? ¿La revista o ChanYeol? —dijo su asistente mientras jugaba Candy Crush en el nuevo ordenador que le entregaron.

BaekHyun rodó los ojos con molestia. Claro que no pensaba en ChanYeol.

—En ninguno, obviamente —mintió. Claramente pensaba en ambos—. ¿Qué haces jugando? ¡Empieza a trabajar!

SeHun lo observó por un momento, buscando el enfado en sus palabras. Al no encontrar nada, siguió jugando e ignorando a su jefe.

BaekHyun bufó. El joven era su amigo, su asistente y mano derecha, pero estaba abusando del poder y la confianza que se le dio.

—BaekHyun... —llamó.

—¿Hmm?

—Código rojo en camino. —mencionó cerrando el juego para trabajar.

Entendió perfectamente el mensaje, desagradándole la sonrisa tan brillante que tenía el tipo que entraba a su oficina sin tocar y se ponía cómodo en su silla de nuevo tapizado. Le caía muy mal.

Fuzzy (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora