Capítulo 7

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No es el capítulo más corto del mundo, pero eso es mejor que tardarme más :(. Hay una nota al final del cap~






Las luces de colores, el juego y el azúcar en su sistema le causaban mareos.

Estaba en un enorme carrusel sentado con su hijo pequeño en un lindo caballo blanco que rotaba en sentido horario de forma lenta, con la clásica música de fondo. Su pequeño estaba impresionado con los niños que reían sin parar por la gracia y diversión que les causaba montarse en la atracción. Le agradaba que se la estuviera pasando tan bien. Sin embargo, él no.

Cuando bajaron de los caballos de madera, el tumulto de gente en el lugar lo sofocaba, las risas y los críos inquietos también, preocupándose por el suyo y aferrándolo a su cuerpo para evitar perderlo. Estaba ansioso, necesitaba salir de allí, no se estaba divirtiendo como debía. Tal vez su instinto sobreprotector lo estaba consumiendo.

—Tranquilo, BaekHyun, no pasará nada. —oyó, suspirando porque no consideraba fácil dejar la preocupación de lado.

Su aún cuñada se apuntó a la noche familiar, siendo de gran ayuda en los momentos más críticos, en donde tenía que hacer una enorme fila solo para conseguir los boletos de los cuatro, incluyendo a la mujer, por supuesto.

No confiaba en ChanYeol para nada en ese aspecto. El tipo siempre perdía sus cosas y le resultaba difícil encontrarlas, dándolas por desaparecidas al final. Aparte, lo perdió a él. Entonces, ¿quién le confirma que no perdería a su propio hijo? Una teoría tonta y a la vez realista. Entonces, una mujer que quería al pequeño como su propio hijo, era la indicada para ese trabajo. Estaba agradecido de que los acompañara al sitio.

Probó dulces y postres en cada puesto de la feria, deleitándose con el azucarado sabor con cada probada. Necesitaba eso para tranquilizarse y olvidar ciertas cosas, como la existencia de ChanYeol o dudar de su propio instinto paternal sobre su hijo. Comer era su fuerte y, por las exigencias de su consentido hijo, obtuvieron un shock de azúcar.

Llegaron a un parque pequeño, donde había poca gente, decidiéndose ir a los columpios más cercanos, donde ChanYeol atacó a su hijo con una serie de cosquillas en las axilas y cuello, haciéndolo reír hasta el cansancio. La escena llena de vida le encantaba, podía observar aquella interacción toda la noche y nunca se aburriría de ver a sus menores pasar el tiempo perdido juntos.

YooRa lo acompañaba en silencio, presenciando con la misma ternura que él la escena tan bonita que compartían papá e hijo. Ver la radiante sonrisa de ChanYeol al sentir los cariñosos abrazos y besos de su hijo en sus mejillas era tan lindo. Le encantaba ver cómo EunGi no hacía ninguna diferencia con sus padres y los amaba por igual.

ChanYeol le dio besitos en la cabeza mientras acariciaba sus mofletes y lo aplastó contra su pecho aún sosteniéndolo en brazos, notando al pequeño reír y devolverle cada gesto, aunque terminaba besándole los ojos ya que el mayor se movía. Ambos demostraban el cariño mutuo que se tenían.

—Deberías unirte a ellos, sois familia —comentó su aún cuñada, dándole suaves codazos acompañados de una sonrisa pícara y guiños de sus ojos con largas pestañas.

Sabía que lo hacía a propósito, pero sin malas intenciones de por medio. Tal vez ella intentaba hacer algo por su hermano menor, pero realmente no quería y no podía ser obligado.

—Estoy bien aquí —respondió seco, viendo cómo ChanYeol empujaba a EunGi con fuerza.

El pequeño cayó en un pequeño montículo de tierra con partículas de rocas. Sollozó un poco y luego rió a carcajadas pese a lastimarse, sobando su rodilla herida.

Fuzzy (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora