Capítulo 1

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La calurosa mañana se hizo dar a conocer, tras haber hecho morir a la gente de frío lo que había restado de la terrible noche.

Abrió los ojos a duras penas, le pesaban como piedras difíciles de cargar. Le estaba costando demasiado, mucho más que el peso que se mantenía en su espalda, moviéndose y gritando.

—¡Papá, despierta!

El pequeño no podía dejar de golpear a su progenitor, quien no se atrevía a detener los golpes ya que ni fuerza tenía en ese momento. ¿Tanto había trabajado la noche anterior? ¿O es que había tomado menos café? No lo sabía.

—¡Papi, levantaaaaa! —el niño le arrancaba los cabellos con una mano, su padre lo hacía enojar.

BaekHyun realmente no quería despertar, quería quedarse toda la semana en casa, tirado en la cama y sin ningún tipo de responsabilidad. Lamentablemente, eso era imposible para él.

—Bueno, le diré a la abu que no quieres despertar y te golpee —comentó enojado, sacando de su sueño de cien años a la bella durmiente.

¿Escuchó bien? ¿Su hijo dijo abuela? ¿Abuela? Abuela. ¿Abuela…? ¡Mamá!

Se levantó lo más rápido que pudo al terminar de procesar las palabras de su pequeño y corrió hacía las escaleras para ver si su hijo se encontraba ahí, gastándole una broma. Sin embargo, no era así. Bajó las escaleras como si corriera un maratón, solo para saludar a su madre y no dar la impresión incorrecta. Odiaba mucho cuando su madre llegaba inesperadamente y después lo criticara de mal padre por muchas cosas que solo él y EunGi han vivido.

Vio a su madre con su hijo en el salón, desayunando de forma tranquila, hasta que lo vio.

—¡Hasta que despiertas! —se levantó, tomando el periódico— ¡EunGi tiene que ir a la escuela y tú ni siquiera estás listo! Ve a cambiarte, ¡ahora!

Comenzó a golpearlo con el periódico en todas partes del cuerpo, causándole cosquillas. No le dolía, solo no reía por respeto a su madre, la mujer que aún sigue dándole órdenes. Solo las seguía porque la quería y porque su hijo no se apiadó de él.

Se dio una ducha veloz, solo preocupándose por no oler a sudor y sí a jabón. Salió rápidamente, enfundado en unos calzoncillos dignos de él, con patitos.

Se vistió con una camisa blanca, un bléiser negro con gris, pantalones de mezclilla negros, calzado negro y se maquilló un poco, ya que solo iba a estar poco tiempo en la compañía.

Su madre lo despidió a él y a EunGi. Luego, bajó las escaleras de dos en dos y desayunó de pie. También, le entregó su almuerzo y merienda para el pequeño. Iba a ser un dia corto, pero estresante.

Tomaron el autobús menos lleno, solo para justificar el que Baek no vaya de pie. El tramo a la escuela era medio; ni tan largo, ni tan corto.

—Papi —trataba de llamar la atención de su papá tocándole el brazo—, ¿Estás embarazado de nuevo?

“¿QUÉ?”, su mente se atrevió a decir.

—No, dulzura —acarició los castaños y sedosos cabellos, ignorando la inocente ofensa en la pregunta—. Papi ha subido un poco de peso por comer demasiado ramen. Haré ejercicio entonces.

—¡No! —gritó EunGi— Yo quiero que Papi esté llenito, o perderá sus lindas mejillas. No quiero.

BaekHyun siguió acariciando su cabecita, no quería llamar más la atención de lo que su bebé ya lo había hecho. Simplemente, se lo pensó. Siempre podía hacer dieta para no hacer ejercicio, ¿verdad?

Fuzzy (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora