Capítulo 9

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—Papá, ¿por qué papi es tan bonito?

El auto avanzaba despacio sobre los charcos de agua que yacían en las calles nocturnas y lluviosas de Seúl, dirigiéndose a casa de BaekHyun.

ChanYeol conducía escuchando a su hijo comentar sobre el álbum de fotos que sostenía entre sus pequeñas manos, concentrado en el camino.

El pequeño EunGi pasaba las páginas del álbum sin pestañear, observando solo fotos de sus padres juntos en la adolescencia y comienzos de la juventud, sorprendiéndose por lo diferentes que se veían, a excepción de su papi.

—No lo sé, pero es muy bonito muestro Baekkie, ¿verdad? —respondió mientras le sonreía a la autopista. La pregunta lo había tomado por sorpresa, pero era sincero.

—¡Sí! —dio saltitos en su asiento, festejando el cumplido para BaekHyun—. Pero papá, tú también eres lindo…

Las mejillas redondas se pintaron de rojo después de decir aquello.

—Oh, gracias —su ego se elevó al máximo—. Yo también pienso que EunGi es un bebé muy bonito.

Quería acariciarle y besarle la coronilla, pero sus manos estaban al volante y podía ser peligroso con un niño sentado en el asiento de copiloto. Suspiró y echó lejos las ganas de mimar a su hijo, ya tendría oportunidad.

EunGi era un niño ejemplar, muy bueno, lindo, estudioso y amoroso, el pequeño cual no dejaría nunca a su papi pese a las circunstancias. Estaba muy orgulloso de que su esposo lo haya criado tan bien en su ausencia. Lo envidiaba.

Era muy triste haberse perdido los primeros años de vida de su pequeño, aunque se reconfortaba con el tiempo que compartían juntos cada fin de semana en su casa, comiendo viendo películas o anime de zombis y jugando todo el tiempo restante con la consola, así como molestar a la tía YooRa y hablar sobre la belleza inigualable de BaekHyun, porque ambos lo amaban. Esas cosas mantenían la felicidad que necesitaban en su vida. Sin embargo, no estaba completa.

No solía ser una persona que se preocupaba por sus propios sentimientos, siempre los hacia a un lado cuando llegaban esos pensamientos y se centraba en pensar en los demás, posteriormente, olvidando sus penas.

Odiaba tener una sensación de presión en el pecho, el vértigo y aquel sabor tan amargo que sentía su mente profundizar sus pensamientos y comprometía los mismos. En esos momentos necesitaba estar ocupado y no pensar en nada que no fuese cómo reparar el daño que le hizo a su esposo e hijo en el pasado para convertirse en una familia verdadera.

Suspiró mientras negaba y detuvo el auto frente a una tienda de conveniencia. Pensar lo volvía una persona triste, cosa que estaba muy fuera de su sentir diario.

Miró a su hijo, quien hacía ademán de desabrochar el cinturón de seguridad para bajar—. Vamos a llevarle helado a Papi. ¿Qué te parece?

Quitó el seguro de niños para bajar y seguir por precaución all pequeño, el cual asintió y procedió a abrir la puerta antes de contestar.

—¡Sí! ¡De chocolate con trozos de galleta!

Ese detalle lo tenía en mente. Era cierto que al no convivir con ellos, no sabía demasiado de sus gustos nuevos. Al menos recordaba ciertas cosas de BaekHyun y empezó a saber muy pocas de su hijo.

Tomó la mano del niño y se apresuraron a entrar, siendo recibidos al instante por un dependiente del lugar.

—Hola, pequeño! —se abalanzó al cuerpo ajeno muy alegre.

—¡Hyung!

La situación está a un poco difícil para ChanYeol, quien no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando. ¿Desde cuándo su hijo tenía un amigo adulto?

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2021 ⏰

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Fuzzy (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora