Capitulo 3 eso no va ser posible princesa √

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Una vez que Pote me llevo al cuarto, cerró la puerta con seguro.

"Señor sigue allí"

"¿desea algo señorita?" suspiré de alivio, al menos me cuidaba, y a parte no me quería quedar sola

"no solo... no se, me siento sola" el no respondió nada, agache la mirada, sus pongo que el tipo, cuyo nombre aún no sabía, le dio instrucciones de que no me hablara. Me senté en la cama y empece a inspeccionar la habitación, las paredes tenían un color blanco crema que le daba un toque espeluznante al lugar, luego pegada a la pared estaba la cama de agua donde yo estaba sentada con la colcha y sábana grises y almohadas de decoración en un tono vinos, hay una gran lámpara que colgaba del techo, y daba justo a la cama, enfrente pegada a la otra pared estaba lo que parecía ser un armario lujoso color chocolate con puerta del piso al techo, cuando lo abrí me encontré con un hermoso librero con textos de todo tipo, desde García Márquez hasta Jhon Green, en medio había una pantalla plasma de yo le cálculo unas 72' abajo había unos cajones, los primeros dos contenían controles y otros tipos de cables para aparatos electrónicos, pero el tercero estaba con llave, me dio tanta curiosidad que hasta hice un intento fallido de abrirlo con un pasador, rindiendo me me senté otra vez de la cama suspirando, ¿como llegaba a tener tantas cosas, si era un pobre vago que andaba robando camiones? Me recosté en la cama mis ojos se empezaron a cerrar hasta caer en los brazos de Morfeo.

"Abre tus ojos princesa" una pequeña voz me saco de mis profundos sueños, mi papa, hay gracias a Dios, me empieza a dejar besos en el cuello, ese ya no es mi papa, poco a poco abro mis ojos hasta contrarié con un pelo negro hundido en mi cuello, volteo a todos lados encontrándome con el lujoso cuarto,

" ya es hora de cenar" me dice me reincorporo, el me toma la mano, la trato de apartar sin embargo el sólo aprieta mi agarre, una vez que estamos en un comedor gigante me indica donde sentarme e inmediatamente me sirven una sopa que se ve deliciosa, tengo tanta hambre, pero no puedo darle el gusto, dejo los cubiertos justo como estaban, el comía como un animal, percatándose de mi acto de rebeldía subió la mirada

"por que no comes princesa, es tu favorita, crema de zanahoria" mierda, claro que es mi favorita, no Jessica, aguanta

"no voy a compartir la cena con un loco que me tiene secuestrada" el solo suelta una carcajada

"para empezar no soy ningún loco me llamo Santiago, y si lo quieres ver así, solo come" negué con la cabeza

"come Jessica" dijo un poco más serio, volví a negar

"come" dijo ya gritando, volví a negar el sólo suspiro

"¿qué quieres que te preparen?, no puedes quedarte sin comer" dijo a la vez que ya dos señoras estaban listas para oír mi respuesta

"déjame irme" el me sonrió sádicamente

"eso no va ser posible princesa"


La Princesa de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora