Capitulo 7 el infierno que sufriré √

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Me despierto temprano con mucha hambre, una ballena estaba encima de mi, me estaba abrazando de una forma muy posesiva y tenía sus dos piernas sobre mi, lo cual puede revelar que ayer mostré resistencia, su cabeza estaba acurrucada en mi cuello, sentí su respiración cada vez mas pesada hasta que logre moverlo, soltó un pequeño suspiro pero se volvió a dormir. Me iba a reincorporar de la cama cuando oigo un pequeño chasquido de la boca

"¿a donde vas mi reina?" rodé los ojos evitando que me viera

"tengo hambre" el se reincorporó, y se acercó a abrazarme por atrás, me daba besos castos por la espalda. Una vez satisfecho se separó, se levantó y caminó a la puerta del baño, yo me iba a levantar, pero el volteó

"lo voy a pedir. Tu y yo tenemos que hablar" suspire y me volví a sentar en la cama, no tenía caso pelear, es como sí discutieras con una pared. Cuando salió del baño se dirigió al famoso intercall para pedir, de una manera muy grosera, nuestro desayuno. No paso ni diez minutos cuando ya teníamos todo el desayuno puesto en una bandeja, en un carrito. Cuando vi la comida casi me desmayo, era mi desayuno favorito. No le preste atención a los huevos agarrando directamente las fresas y la Nutella. Santiago sólo se río, y yo decidí ignorarlo.

Ya iba por mi cuarta fresa mientras que Santiago estaba comiendo unos huevos con frijoles y puré de papa.

"¿Me pasas la Nutella?" Pregunto en un tono de burla, sólo lo miro mal mientras que el me regala una sonrisa para derretirse, espera ¿que?

"Tenemos qué hablar de los términos de nuestra relación" dijo cortándome mis pensamientos

"tu y yo no tenemos una relación" el sólo suspiró

"no voy a hablar de nuevo de eso Jessica, tu eres de mi propiedad y punto" las lágrimas salieron de mis ojos al escuchar esas palabras

"vas a tener todos los lujos que una Sisterra tiene, pero no podrás salir del cuarto sin mi autorización, mientras tanto tendrás desayuno, comida y cena en la habitación, aquí también tendrás todos los privilegios y lujo que quieras reina" me dio un beso casto en mi frente antes de continuar

"sólo podrás hablar por este ínter comunicador con Pote, quien cuidara la puerta de ahora en adelante" se paró y movió la mesa con ruedas que tenía nuestro desayuno para seguir hablando

"la rutina va a ser estricta y sin ningún tipo de consideración a menos que yo dicte lo contrario. Te traje unos objetos para que puedas estar a gusto en tu estancia aquí" abrió una bolsa blanca grande y fue sacando cada uno de oso objetos explicando su propósito

"este es el más importante, este celular es para llámeme exclusivamente a mi, cuando yo te permita hacer llamadas a otra persona tendré que poner la clave, mientras tanto tienes solo mi teléfono disponible, me puedes hablar cuando quieras. Este es para que puedas leer y ver películas, tiene tus libros y películas favoritas más unas otras sugeridas por mi" me guiño entregándome el iPad

"también tiene música descargada y tiene Spotify Premium, así puedes escuchar música. El control de la tele, del aire y bocinas, y este me lo quedo yo" dijo enseñándome el control del centro de seguridad que puso en la habitación

"ahora quiero que me escuches una cosa Jessica" se puso absolutamente serio y espeluznante

"no va a haber más consideraciones, y tu me vas a aprender a amar. Por casa mala cosa que hagas, independientemente de tu castigo se hará un descuento de la suma dada a tu familia. Y cuidado y haces algo estúpido porque créeme soy capaz de matar a todos los que te rodean para no te quede nada, nada más que yo. Tu decides Jessica o por las buenas o por las malas" baje mi mirada

"¿cómo se contesta?"

"Si señor" dije con la cabeza gacha

"¿y cómo se dice por los regalos Jessica?"

"Gracias señor" me dio un beso forzoso en los labios

"así me gusta mi reina" y salió de la habitación. En ese momento deje de contenerme, me puse a llorar pensando en el infierno que sufriré.

La Princesa de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora