Capitulo 1 mi fin √

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"Todos callados y nadie sale herido " grito alguien burlonamente con pasamontañas y una arma en la mano derecha, luego llego otro por atrás del mismo camión "ahora vayan sacando todas sus pertenencias, cartera, joyas, todo" cuando vuelvo a voltear habían 7 personas, todas con pasamontañas, ya estoy en México, pero en fin, no tengo mucho que dar, me saco mis perlas de plástico y mi cartera con mi visa y unos pocos dólares. "mira jefe, tenemos una gringita" eso me asusto mucho, en estos casos lo mejor es no llamar la atención y solo tener la guardia baja, el señor gordo se acercó a mi y se quitó el gorro "dame un beso" en ese momento empede a llorar pero lo tenía que hacer, estaba a unos centímetros de su asquerosa boca con dientes de oro y otros cuantos podridos cuando alguien grito

"déjala gordo, ella es mía" eso me asusto mucho mas, pero el viejo se separo de mi

"pero yo la vi primero y cuy......" empezó a quejarse ,sin embargo el no lo dejo seguir

"yo se las reglas, pero eso no se aplican con el jefe" el gordo refunfuño pero no dijo nada

"ahora denle las cosas a la señorita...." dejo la pregunta abierta sin embargo yo no lo mire a los ojos, todos en este país sabemos muy bien las reglas, no se mira a ellos a menos que te lo pidan...no, ordenen que los vean.

"Preciosa mírame y dime como te llamas"

"Jessica" tartamudeé, sus ojos me hipnotizaron, y esos rizos de veían tan sedosos, yo si me los comí....... concéntrate, es un criminal

"devuélvanle las cosas a esta princesa" le paso la cartera al "jefe" y el me la paso a mi, después se quedo viendo mis perlas

"una princesa como ella no puede tener joyas falsas, denle las joyas que conseguimos"

"pero jefe" reclamo uno flaco con un parche en el ojo derecho

"tienes algo que comentar gato" el "gato" se quedo callado, y el jefe me dio muchas joyas, la mayoría eran buenas y muy caras, después agarro mi celular Nokia de todavía teclas manuales y murmuro para si mismo "Luego arreglaremos esto" tecleo algo que no alcancé a ver y me lo dio, después me dio un beso en la mejilla y me susurro "quiero que me llames hoy en la noche, no me falles princesita" ese fue mi fin.

SANTIAGO POV

Estaba en mi casa, tocaron la puerta y con un pequeño "pase" de mi parte la puerta se abrió, entraron todos mis hombres con aparte dos mas, eran más jóvenes, deben tener unos 15 años, solo en algunas ocaciones me avergüenzo de tener gente tan joven trabajando en esta mierda, pero en fin, con que me traigan lo que pido.

"Jefe hoy vamos a robar camiones" dijo el gato

"no hay nadie que se quede cuidando el burdel, a quien ponemos" necesitamos meter mas gente, han estado muriendo mucha gente últimamente

"luego las muy perras ni cobran" agrega ratas

"yo voy con ustedes, Pote, tu te quedas en el burdel, que cobren todo" hace mucho que no iba a robar, pero siempre es bueno acordarte de donde vienes. "pues vamos nos jefe, ahora es la hora pico, siempre ganamos buena lana" agarre mi sudadero negra, el ratas me dio mi pasamontañas y corrimos al coche.

Ya llevábamos tres camiones robados e íbamos por el cuarto y último. Entro el ratas gritando burlonamente "toda calladitas y nadie saldrá herido" rodé los ojos, ese carbón si estaba bien loco, todos sacaron lo que tenían y lo empezaron a dar al gordo y gato, yo simplemente estaba revisando que nadie se pasar de listo, cuando oigo la ronca voz del gordo "mire jefe, tenemos una gringita" me acerque poco a poco y cuando la vi, todo se paró esos ojos azules y ese pelo café ondulado era un ángel, en el momento que el gordo le ordenó que lo besara me dio tanto coraje, ella era mía, de nadie mas "déjala gordo ella es mía" el gordo empezó a discutir conmigo pero al final lo dejo, ella todavía no me veía

"ahora denle las cosas a la señorita...." Espere sin embargo no me miro, por miedo yo supongo

"preciosa mírame y dime como te llamas"

"Jessica" tartamudeo, era tan hermosa, y con miedo se ve más bella "devuélvanle las cosas a esta princesa" me pasaron su cartera la abrí y le metí 5,000 pesos y después se la devolví , descubrí que sus perlas eran falsas

"una princesa como ella no puede tener joyas falsas" pensé en voz alta

"denle las joyas que conseguimos"

"pero jefe"

"tienes algo que comentar gato" no discutió mas, le dieron las joyas que habíamos conseguido, mi princesa no puede tener este celular pero ahora no puedo hacer nada

"Luego arreglaremos esto" tecleo mi teléfono y se lo devuelvo, le doy un beso en la comisura de los labios y le susurro

"quiero que me llames hoy en la noche, no me falles princesita" y ese fue su fin también el mí



La Princesa de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora