"¿Otro plan perfecto?"
Estaba acostada en la playa disfrutando del sol, la arena se pegaba a mi cuerpo y mis pies aún estaban mojados. Mis ojos cerrados disfrutaban del sol en ellos igual que mi piel, el sol quemaba todo mi cuerpo pero era una sensación hermosa el poder sentir el sol. Me levante y camine hacia el agua sumergiéndome en ella, no había nadie en la playa, solo yo y el sol, nada más se interponía entre nosotros. Me sumergí por completo y comencé a nadar a las profundidades, cuando ya me estaba quedando sin aire, subí a la superficie con los ojos cerrados y deje que las gotas de agua hagan su recorrido. Acomode mi cabello con mi manos y refregué mis ojos con mis dedos, al abrirlos, pude observar mis manos, estaban rojas, tenían manchas y ampollas, mire mis brazos, las quemaduras se esparcían por mi cuerpo más rápido de lo pensando, mis ojos comenzaron a arder.
—¡No!—grité—¡Aún no!.
Pase mis manos por mis brazos, pecho y rostro mientras caminaba hacia la orilla de la playa, mi cuerpo quemaba, mis ojos ardían y mi corazón estaba acelerado. Se me dificultaba respirar. Quise mirar el sol pero no pude, al llegar a la orilla tome una toalla y la frote sobre mi cuerpo pero eso fue peor, lastimé más mis quemaduras y un poco de sangre comenzó a salir de ellas, las ampollas se reventaron, mis ojos cada vez veían menos. Sentía que mi cuerpo se estaba quemando, grite del dolor abrazándome a mí misma mientras caía de rodillas en la arena, podía sentir el dolor. Hasta llorar ardía. Levante mi vista y vi a mi madre, estaba parada a unos metros de mi cruzada de brazos.
Negó con un movimiento de cabeza—Te lo advertí, Olivia—dijo mientras se alejaba.
Intenté gritar su nombre pero no sabía donde estaba mi voz, se había ido, me había dejado. Me acosté en la arena de costado viendo como el sol se ocultaba a lo lejos del mar, los colores que producía en el cielo era espléndidos, un violeta y rosa se mezclaban entre sí con un celeste claro, las nubes producían un destello de luz gracias al sol, el agua estaba calma, ni una sola ola en ella. Era una vista digna para morir. Cuando estaba cerrando mis ojos, vi la sombra de alguien en el agua, estaba llamándome, diciendo mi nombre.
—Olivia—dijo esta voz conocida—Olivia—susurró mientras sentía mi cuerpo ser sacudido.
Si iba a morir de esta manera, era una forma majestuosa.
—Olivia—dijo Matt y sacudió mi cuerpo.
Abrí mis ojos de golpe, y lo primero que vi fue su rostro preocupado. Me ayudó a sentarme y mientras trataba de calmar mi respiración.
—Fue solo una pesadilla—dijo Matt abrazándome—Shh, está bien. Solo fue un mal sueño, estás a salvo aquí.
Cerré mis ojos y dejé que las lágrimas caigan. Pensé que estaba muriendo, estaba convencida de que iba a morir. Sentí como mi corazón se tranquilizaba minuto a minuto, todo se había sentido muy real, pensé que estaba realmente en la playa si Matt no me despertaba. Mi cabeza dolía un poco y estaba sudando, corrí mi cabello de mi cara como pude sin despegarme de Matt. Trataba de tranquilizar mi respiración pero no podía.
—Respira, Buzz, solo respira conmigo, ¿si?—habló Matt.
Asentí como pude abrazándolo más fuerte, intente seguir el ritmo de su respiración, al principio no pude, pero con los segundos pude captar su ritmo y seguirlo sin problemas. Rompí el abrazo de Matt y sentó conmigo en el sofá, limpio mis lagrimas y sonrió.
—Intente convencerla—me informó—Pero no puedo contradecir su palabra, es tu madre y yo no soy tu padre.
—Si lo eres—le dije intentando sonreír.
Matt me observó, una mirada cómplice vivía en sus ojos y miró las escaleras—Tengo una idea—habló susurrando.
—¿Cuál?—pregunté en el mismo tono.
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La chica que se escondió del sol (TERMINADA)
Teen FictionEn algún lugar del mundo, en medio de la soledad y la noche comienza una historia de amor y esperanza, de engaños y miedos, de protección y pérdida. Una estrella pérdida en el eco de sus pensamientos, ciega por el miedo, envuelta en una nube de sol...