-Capítulo 5-

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"Una noche estrellada"

—¿Lista?—preguntó Eric abriendo la puerta de mi habitación. Se apoyó en el marco de la puerta esperando mi respuesta.

—¿Seguro que ya puedo salir?—pregunté apretando mis manos en mi pollera.

Había elegido ropa cómoda por el clima de hoy, así podía sentir al menos por una noche el viento en mi piel sin tener que ponerme un pantalón largo o una chaqueta.

—Son las 8:35 p.m—anunció mi hermano—Creo que ya puedes salir y tu lo sabes.

Me acerque a él y tomé mi celular—Si mamá se entera...

Si mamá se entera nada—interrumpió—Deja de preocuparte con ella. No vendrá hasta más tarde y solo seremos nosotros cuatro—sonreí a medias. Eric colocó su mano en mi hombro y busco mi mirada—¿Todo bien?—me había preguntado preocupado.

—A veces quisiera que mamá pudiera acompañarnos sin problemas—mi tono de voz era inaudible, casi un susurro.

Eric no hablo, dio suave tirón en mi brazo y cerró la puerta de mi habitación cuando estábamos fuera—Sabes como es ella, olvídala por hoy, ¿si?.

Asentí mirándolo mientras lo tomaba del brazo y caminábamos hacia el patio trasero. Luke y Matt habían preparado la pequeña mesa del patio con un mantel, gaseosa y unos snacks, mis ojos cayeron en una olla humeante, al sentirme en la silla hable bufando.

—Por favor dime que ellos dos no cocinaron pasta—le dije a Matt apuntando a mis hermanos con mis dedos.

—¡Hey!—gritaron los desastrosos al mismo tiempo. ¿Ya dije que odiaba que hicieran eso?.

—Nuestra pasta es exquisita—dijo Luke haciendo un gesto con su mano.

—Claro que lo es—respondió Eric chocando los cinco con Luke.

—Nadie come sus pastas pero si tendríamos un perro, él las podría comer—miré a Matt y lo apunte con una cuchara que estaba en la mesa—Pero alguien no quiere.

—¡Buu!—abucheo Luke—Algún día adoptaremos un perro sin su consentimiento. Inclusive si a mi tampoco me gustan, solo para llevarte la contra a ti—le dijo a Matt.

—Y luego los hecho de la casa—hablo Matt sentándose a mi lado mientras me quitaba la cuchara.

—No puedes echarnos—dijo Eric abriendo la olla y pude ver el mejunje que había dentro.

—Tacos, gracias a Odín—habló Matt. Reí y preparé un taco poniéndolo en mi plato—Y claro que puedo echarlos, menos a Olivia, moriría en la calle en pleno verano.

—¡Hey!—me queje esta vez yo—Si no tuviera una enfermedad sería la única de tus hijos en sobrevivir en la calle sin ayuda de nadie.

—Probablemente—dijo Luke con la boca llena, vi como un hilo de jugo cayó por su boca.

—¡Ah Luke!—dijo Eric mientras le pasaba una servilleta.

—Asqueroso—dije riendo mientras tapaba mis ojos. Matt solo se limitó a reír y comer su taco.

Luego de comer y reír con los estúpidos y malos chistes de mis hermanos nos sentamos en el césped mientras los "hombres de la casa" peleaban por una falta que Eric cometió jugando al fútbol mientras yo les sacaba fotos o solo miraba el cielo. Me centre en observar la noche, las estrellas estaban presentes y el cielo estaba despejado, ni una nube cerca, había solo un poco de viento pero se sentía estupendo. Me sentía libre. Como si no fuera alérgica al sol y tuviera una vida normal, obviamente no la tenía, pero déjenme soñar despierta.

La chica que se escondió del sol (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora