La chica que se escondió del sol (TERMINADA)

-Capítulo 11-

"La primera cruzada de palabras"

—¿Estás diciéndome que estuviste pensando inapropiadamente en tu vecino nuevo, Buzz?—incitó Amy desde el otro lado de la línea. Me puse roja al instante.

—Si lo dices de esa manera suena mal—dije avergonzada.

—Lo siento. ¿Estás diciéndome que estuviste pensando en tu vecino medio desnudo y besándote?— me había preguntado divertida. Sabía que estaba tratando de no soltar una carcajada.

—Prefiero la otra pregunta.

Amy soltó una carcajada corta y sonora. La odio.

Cuando terminó de reír siguió hablando—A ver—dijo—No es tan malo, todos pensamos alguna vez en alguien de esa manera. Incluso yo.

Enarqué una ceja—¿Con quien?. Nunca me contaste eso.

La pregunta pareció incomodarse por el silencio que se creó.

Si soy sincera, los días siguientes a que Amy se fue de la casa luego de la fiesta, había estado rara. Tardaba en contestar cada vez que le preguntaba si todo estaba bien se quedaba callada o ignoraba mis mensajes. Recuerdo sus expresiones cuando hablábamos de Jimmy el otro día, parecía perdida, incomoda, ¿por que se sentía así?, quería preguntarle pero no me gustaba presionar a las personas por mas que mi curiosidad me estuviera matando. Llegué a pensar que estaba así por Aaron en un principio pero cuando le pregunté dijo que no que Aaron no era su tipo y me relajé demasiado. Ella puso la excusa de la universidad pero yo sabía que era algo más.

—¿Amy?.

—Lo siento. Estaba pensando en otra cosa.

—¿Y que con Jimmy?—pregunté cambiando el tema de conversación porque hablar de Aaron me recordaba todo lo que había imaginado.

—Ah, bueno. Es un buen sujeto.

Mi momento para soltar una risa—¿¡Un buen sujeto!?.

—¿¡Qué!?—soltó una pequeña risa.

—Esa es una palabra de vieja.

—No, no lo es.

—Si, lo es.

—Que no, pervertida.

—Que sí, pesada.

—¡Hey!, que no soy ninguna pervertida—dije cayendo tarde—Pero en serio, ¿seguiste hablando con él o fue solo cosa de una noche?.

—Dices cosa de una noche como si hubiera tenido sexo con èl.

—¿Y lo hiciste?—levanté mis cejas esperando una respuesta—Si lo hiciste, eres una pervertida atrevida, Amy.

—Claro que no. Aquí el papel de pervertida lo tienes tú, no yo.

Reímos otra vez. Las llamadas de Amy siempre eran graciosas y sin sentido, como nosotras dos juntas.

—Pero no, no volvimos a hablar—sentí un poco de decepción por ella, su último novio había sido un imbécil pero mi expresión cambió cuando volvió a hablar—Al menos no con él.

—¿Al menos no con él?—añadí curiosa a la conversación.

Al ver que Amy, no contestaba, proseguí— Si quieres hablar de él sabes que puedes hacerlo conmigo, ¿no?.

—Lo se. Solo que no es nada, cosa de una noche—dijo medio avergonzada. Entendí que no quería hablar de eso.

Ambas suspiramos al dejar de reírnos. No hablamos por unos segundos hasta que ella lo hizo.