La chica que se escondió del sol (TERMINADA)

-Capítulo 4-

Este capítulo ya lo había publicado antes, pero me pareció mejor dejarlo en este momento de la historia como un recuerdo de Aaron <3

"La mudanza"
-Recuerdo de Aaron-

Si alguna vez pensé que mi vida no podía ser tan complicada, fue porque nunca había hecho una mudanza antes. Los bolsos estaban por todos lados, los juguetes de Ana esparcidos por todo el lugar, los libros de medicina de Liz estaban apilados y parecía que cada vez que el perro corría detrás de Ana se caerían como dos torres bastantes famosas y conocidas hicieron. Solo que el terrorista ahora sería un perro.

Estaba en el jardín delantero de la casa observando el cartel que se encontraba frente mío, un gigante cartel rojo, blanco y azul que decía "vendido". Nunca imaginé que nuestra casa terminaría siendo de otra persona, si fuese por mí, me quedaría aquí en el mismo vecindario toda mi vida. La universidad estaba cerca, mi trabajo igual, y mis amigos vivían a tan solo unos minutos. Decidí entrar a la casa cuando los gritos comenzaron a ser más fuertes, no iba a poner orden, pero si quería disfrutar del último show para llamar la atención de Ana. Cerré la puerta detrás de mí, tomé una caja que estaba vacía y la deje en la sala mientras veía a Liz que iba de un lado a otro tratando de lograr que Ana se ponga el calzado mientras que Ana-quien ahora corría ella al perro- intentaba quitarle de la boca una barbie morena.

-¡Ana! ¡Ya deja de correr al perro!-gritó un poco más desesperada de lo normal.

Ana soltó un grito cuando Ñoqui la tiró al piso y le lamió la cara.

Comencé a meter fotos y libros de medicina en la caja para subir al camión que esperaba afuera, no tenía idea cuando llegarían nuestras cosas, pero espero que pronto. Mi mirada cayó en una foto familiar del cumpleaños de Ana el año pasado, parecíamos una familia feliz, hasta Ben estaba sonriendo. Papá ni siquiera había aparecido, supuestamente nos reuniríamos todos en el aeropuerto pero si él no quería venir, no sería ningún problema. Deje caer la foto en la caja y seguí metiendo cosas al azar sin organizarlas al meterlas.

-Si las acomodas entran más cosas-me aconsejo mamá con una sonrisa.

Me senté en el sillón y estiré mis piernas. Extrañaría esta casa, siempre lo haría, pero por cuestiones de la beca de Liz, mi madre no tuvo mejor idea que mudarnos de país. De Londres a Canadá. ¡Que divertido!. Odiaba tener que mudarme, el conocer gente nueva, nuevos lugares, nueva universidad, nuevos profesores, aulas, todo nuevo. Lo odiaba. Detestaba tener que mudarme y rehacer mi vida otra vez.

Cansado de los gritos de Ana la miré por primera vez en la mañana. Su pelo estaba hecho una maraña y todavía tenía el pijama de ositos puesto y obviamente viajó con el pijama de osos puesto. Cerré los ojos cuando volvió a gritar y se lanzó contra Liz quien solo quería ayudarla a ponerse los zapatos.

Liz era estudiante de medicina y había ganado una beca completa en Canadá. Era realmente inteligente y estupenda, desde que el abuelo murió cuando éramos niños supo que quería estudiar medicina para poder ayudar a las personas que no podían pagar los tratamientos.

Liz podía ser hermosa e increíble, pero enojada daba mucho, mucho miedo. Solo basto una mirada fría para que Ana deje de gritar y se quede callada entregándole los pies a su hermana mayor para poder ponerle las zapatillas. Hasta el perro se vio afectado por tal mirada.

Daniela, mi madre, era psicóloga y pensó que me vendría bien el cambio de aire para empezar de nuevo y con otros pacientes, no tenía ni idea de cómo haría con los pacientes de ahora, quiero creer que no los dejará. Puede que ella sea nuestro pilar en esta familia y nuestra felicidad, pero verla sufrir por Ben nos rompía el corazón. Cuando mi abuelo murió, mi padre cambió completamente, lo despidieron del trabajo, engañó a mamá más de dos veces y resulta que ahora tenemos un hermanito 3 años dando vueltas por Londres, otra razón más para mudarnos. Él debería quedarse y dejarnos de una vez, pero mamá siquiera se lo permitió. También estaba claro que el "empezar de cero" significa irnos del vecindario para que se olviden de nosotros y no tener que lidiar con la policía dos semanas por medio.