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-"A vos te pareció extraño que me fuera por las mañanas y no te contara dónde, aprecio que me dieras el espacio que necesité para realizar lo que hacía, es una prueba de tu confianza y la agradezco.
Bien, voy a contarte: visitaba laboratorios y consultorios médicos. Me estuve haciendo análisis que determinaron tres cosas de mi salud que quiero compartir con vos, te pido que mantengas la mente fría y abierta y me escuches antes de llegar a una conclusión; en definitiva es lo que venís haciendo conmigo desde que somos pareja y es tu mayor virtud, por ello te amo y doy las gracias por haberte encontrado.
En fin... Hay tres puntos, y el primero es que soy portadora de un virus de transmisión sexual y sanguínea muy conocido mundialmente. Si, justamente ese."

La miro, solo la miro. No me había dado cuenta de que contenía la respiración hasta que habló otra vez.

>>"¿Querés hacer preguntas?"

No, no me salen justo ahora, estoy en shock.

>>"El segundo punto es que tengo un tumor cancerígeno en uno de mis ovarios."

¿Que? ¿De verdad? Me siento nervioso y me rasco la cabeza con ambas manos. Es como si me hubieran dado dos golpes en la cara y no siento mi propio pulso. Es... fuerte.

>>"Tercero y último, estoy embarazada."

Guou, es... es... tengo los ojos abiertos como platos. Sacudo la cabeza porque es todo lo que logro hacer. Es bastante, es mucho.

>>"Amor, tomate tu tiempo para procesar todo y cuando estés listo hablamos, responderé a todas las preguntas que tengas."

No emito sonido alguno. Ella me abraza después de observarme por unos segundos, me besa y se levanta de su silla.

Tengo tres bombas que procesar.


Me voy a duchar, bajo el agua pienso mejor. Mientras voy lavando mi cuerpo repaso mentalmente cada palabra que salió de su boca. Apoyo las manos en la pared aún con el agua tibia corriendo por mi espalda; me parece increíble que treinta minutos antes hemos estado hablando entre risas con amigos que vinieron a matear y se quedaron un tiempo considerable, y solo un momento después haga tan fuertes revelaciones.

Salgo de la ducha y mi reflejo en el espejo me lanza una mirada que delata un dato importante y que había pasado por alto. En realidad no había estado pensando en detalles, sino en cada palabra y el impacto que provocaron. Bien, está embarazada aunque yo he estado usando protección.

Por fin me visto y al salir la veo preparando la cena. Solo la miro. No sé cuantos segundos fueron, pero sin querer estuve mirándola un rato. Es que no sé qué decirle y tengo ganas de estar solo.


El día transcurrió como lo habitual, trabajo por la mañana,  prácticos de la universidad que faltaban terminar por la tarde, y alrededor de las ocho de la noche asistí a mi clase de final de semana. Ella, por su parte, tiene una rutina similar, también trabaja y estudia, aunque prefiere rendir la mayor cantidad de materias libres para pasar más tiempo en casa o con sus sobrinos que tanto ama. Le resulta bastante eficiente este sistema.

Terminamos a las once de la noche, y ya en casa, me dedico a cocinar. Planeo recostarme en el sillón y mirar una película solo, ya que ella saldrá con amigos a algún bar. ¡Mejor! Quizás pueda elaborar las preguntas correctas estando conmigo mismo.

No me concentro en la pantalla, la verdad, así que apago el televisor.

Okey... tiene el virus de inmunodeficiencia humana, tiene un cáncer y está esperando un bebé... si lo pensamos, están las tres "situaciones" conectadas directamente entre sí.
Sonrío sin querer. Voy a ser padre y me la imagino con el vientre crecido, me muero de amor. Pero entonces... ¿también tengo el virus?
Esperen... yo siempre usé condón, ¿voy a ser padre?
¿No es peligroso que tenga un cáncer y al mismo tiempo un bebé gestándose?
Mujer, creo que estoy listo para que me expliques.

Tú, por sobre todas las cosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora