capitulo 5

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Carlos' pov.

Abrí los ojos poco a poco encontrando la luz del día entrando entre los espacios que dejaban entre sí las persianas.

Pestañee un poco en lo que mis ojos se acostumbraban a la luz matutina, talle mis ojos levemente y cuando me sentía ya más acostumbrado comencé a voltear a mis lados inspeccionando la habitación.

El cuarto apestaba entre una mezcla de los sándwiches que habíamos comido la noche anterior con cigarrillos y semen. ¿Qué si nos la pasamos bien?... preguntame si no.

T.K. seguía dormido, se veía muy tierno recostado sobre mi pecho desnudo con un amplia sonrisa en su rostro, supongo soñaba muy bonito. Lo abracé presionandolo un poco más contra mi pecho para luego besar su cabello.

Sabía que no estaba del todo dormido pues sentí su mano presionarme contra él luego de mi abrazo.

No quería "despertarlo", lucia hermoso de esa manera tan angelical en que dormía, aunque esperaba que no fuera tan tarde pues había planes para hoy. Mire el reloj para ver que eran las 13:18, había planeado ir con él al muelle de Santa Mónica que recien había reabierto luego del devastador tsunami de el año anterior y la pandemia.

T.K. me contó que con Eddie había platicado que Buck y su hijo estuvieron presentes durante ese incidente, de hecho le contó que el instinto protector de Buck, comparable al de un animal con su cría, fue una razón de su enamoramiento.

Por un momento salí de mis pensamientos cuando sentí el movimiento de sus pies por debajo de las cobijas rozando con los vellos de mi pantorrilla, sus dedos se movían juguetones pasando encima de mi pantorrilla.

No pude evitar sonreír ante la sensación. Aún nos encontrabamos desnudos, la única tela cubriendo nuestros cuerpos eran las blancas cobijas, que afortunadamente no habíamos manchado gracias a nuestro sexo de pie.

Moví ligeramente a T.K. para levantarme, éste se quejó cuando sintió la ausencia de mi cuerpo, haciéndome saber que, justo como sospeché, no estaba dormido.

—¿No quieres conocer el muelle de Santa Mónica? —pregunté mientras me colocaba los boxers negros que me había arrancado T.K. la noche anterior—. Vamos, de pie que el tiempo es oro y nadie desperdicia el oro

—Cinco minutos más —replicó con su voz aún adormilada.

—¿Te recuerdo lo que pasó la ultima vez que me pediste cinco minutos más?

Su respuesta fue una queja con la cual se levantó, sentándose en la cama sin poder abrir los ojos del todo.

Sucede que el último reporte que había recibido el hijo del capitán Strand se debía a que esa noche habíamos cumplido meses y la pasamos tan bien que no le permití irse a casa, el punto es que al día siguiente necesitaba llegar más temprano a la estación, por lo que a la hora de levantarlo le marqué, cuando esto pasó me pidió cinco minutos más, los cuales se convirtieron en 2 horas.

Por un momento pensé que el señor Strand le prohibiría volver a quedarse en mi casa, afortunadamente me dijo que sabia que yo era un buen chico y T.K. solía ser algo irresponsable.

Cualquiera podría pensar que tenía bien ganado a Owen, pero no era así del todo pues seré honesto, no le había pedido la mano de su hijo aún le tenía un poco de miedo, por lo que creí que en esta ocasión el factor sorpresa funcionaría.

Me vestí, por un momento había considerado bañarme pero también consideré que muy probablemente sudaría bastante por lo que decidí bañarme hasta regresar del muelle.

T.K. al parecer pensó en lo mismo pues mientras me cepillaba los dientes me alcanzó ya repitiendo sus prendas del día anterior.

Al terminar de cepillarme besé la mejilla de T.K., posteriormente enjuagamos nuestros rostros y peinamos nuestros cabellos.

𝐰𝐢𝐥𝐥𝐨𝐰 | 𝐭𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 | 𝟗-𝟏-𝟏: 𝐋𝐨𝐧𝐞 𝐒𝐭𝐚𝐫 | 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora