𝐰𝐢𝐥𝐥𝐨𝐰 | 𝐭𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 | 𝟗-𝟏-𝟏: 𝐋𝐨𝐧𝐞 𝐒𝐭𝐚𝐫 | 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜

capítulo 1.

T.K.'s pov.

—¿Estás seguro?

—Vamos, papá, Carlos no es como Alex, estoy seguro que él es el indicado y quiero dar este paso con él, me siento realmente listo

—T.K., solo quiero decirte que pase lo que pase no quiero que tengas otra recaída

—Si ese es tu miedo ten por seguro que no lo haré

—También quiero decirte que deberías respetar su decisión en caso de que la respuesta sea no. Está en todo su derecho y tú como su pareja deberías entenderlo y apoyarlo

—Lo sé y creo que estás exagerando un poco, con lo que pasó la última vez que sabré manejarlo, además quiero recordarte que Carlos no es Alex

—Solo digo que si te dice 'no' no significa que no te ame solo ni está listo.

Le di una mirada como aquellas correctoras que el me daba cuando niño.

—Sí, sí, tienes razón —arregló—, supongo que lo mejor que puedo hacer desde mi postura como padre es apoyarte

—Siempre los has hecho, papá y por eso te agradezco, tuve suerte de tener a Owen Strand como mi padre

Dije para luego abrazarlo antes de salir de la casa en dirección a mi cita con Carlos.

Conocí a Carlos hace ya bastante tiempo, en un principio pensé que Carlos seria todo menos mi pareja pues aún tenía las grietas de Alex en aquel entonces, pero Carlos me enseñó que podía volver a amar.

Pensé que había creado una coraza que no le permitía a nadie ver que había más allá del uniforme de bombero o la fachada de chico rudo, pero me equivoqué, Carlos era ese osito de peluche que era mi debilidad, aquello ante lo que me rendía, era esa dualidad que todos necesitamos.

Su vista iba más allá del 20/20, pues aunque me vistiera de acero él lograba de ver como si de cristal se tratase.

Era gracioso que hace unos meses no supiéramos exactamente que éramos y ahora esté a punto de pedirle que se casé conmigo.

Cuando le conté a mi papá me dijo que era bastante rápido, además que tenía miedo porque sucediera lo que con Alex, aunque de algo estaba seguro, Carlos no es Alex, por lo que le daba esa tranquilidad a mi papá, además que yo en esta ocasión era un poco más consciente y maduro, por lo que sabía que podía manejar la situación de una mejor manera en caso de recibir un no.

Los chicos de la estación dijeron que era muy joven para dar el paso tan apresuradamente, además del tiempo que llevaba con Carlos, que era mejor vivir juntos primero y bla bla bla, aunque yo sabía que no podías definir que harías en base al tiempo, no se trataba de cuanto tiempo llevábamos juntos sino cuantas veces habíamos estado el uno para el otro.

Cuando alguien se casa dicen sus votos y toda esa palabrería que no sé, aunque sabia que entre ellas había una parte en la que los novios se prometen cuidarse y amarse mutuamente, y estar en las buenas, en las malas y en las peores; yo no necesitaba que Carlos me dijera esas palabras pues me lo había demostrado en tan poco tiempo.

Llegué a su casa, al bajar del auto me abrió la puerta y aún estaba en su bata de baño, aunque sin bañar, lo cual me hizo querer aprovechar el momento, pues mi padre dice que debo aprovechar todas las oportunidades que se me presenten, pero yo ya estaba bañanado por lo cual no sería hoy.

—Dame un par de minutos, intentaré hacerlo rápido —dijo luego de abrir y caminar en dirección que su baño.

—Bueno, digo, aun no vamos tarde y dudo que perdamos la reservación, tómate tu tiempo —dije, luego hice una breve pausa reconsiderando la diversión antes del baño—. ¿O qué te parece aprovechar que aún no te bañas para hacer algo sucio? —dije caminando hacia él y atrayendo su cuerpo hacia el mío—, o bien si no quieres perder el tiempo podríamos hacerlo en tu baño, es lo suficientemente grande para dos