𝐀𝐩𝐨𝐝𝐨𝐬

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-¡Camila Mendes y Cole Sprouse están castigados al final del día lectivo! A las 4:30 os espero en el departamento de la Tisch-.

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POV de Cole

El resto de la clase estuvimos dando teoría hasta de, literalmente, cómo aprender a ser creativos, no daba crédito de cómo se estaba impartiendo esta asignatura. Tampoco podía creer cómo se puso hace unos momentos conmigo la profesora por simplemente hacer unas fotos probando la configuración pedida. No podía esperar a que la clase se acabara y me sentía raro porque... porque Camila no me había hablado en toda la clase, wow nunca pensé que iba a echar de menos su ganas de hablar. 

Entonces la miré y la vi tomando notas de cualquier cosa que decía Summer, con una mirada bastante seria y a la vez...¿Triste? La verdad es que no sabía identificar los sentimientos míos como para descifrar los de los demás. Decidí dejarlo pasar, cuando yo estaba de mal humor lo que menos quería era que alguien me hablara y eso iba  a hacer. 

Después de una interminable hora y media, la clase había finalizado. Recogí todo rápidamente, no quería pasar ni un solo minuto más allí, era gracioso cómo la asignatura que más se suponía iba a disfrutar es la que me iba a hacer la vida imposible. Cuando ya estaba fuera del aula escuché a lo lejos la voz de Camila, me di la vuelta para observar y la vi en la mesa de la profesora, hablando con Summer, ella seguía en su actitud de superioridad, con la voz y carácter insoportable y su alumna en cambio, estaba agachando la cabeza ante sus gritos y agarrándose el pelo nerviosamente. Desde aquí no podía escuchar con claridad lo que estaban diciendo así que solo esperé a que, unos minutos más tardes saliera Camila, ¿Llorando?, dios, sí, estaba llorando.

-¡A las 4:30! Ni un minuto más ni un minuto menos tarde, ¡¿Entendido jóvenes?!-.

POV de Camila

-Señora Jones, ¿Podríamos hablar un momento, por favor?-.

-¿Quiere todavía faltarme más el respeto hoy señorita Mendes?-.

-No...no. Solo quería hablar sobre el castigo que nos ha... que me ha impuesto- necesitaba esta vez hablar solo por mí y dejar de meterme en más problemas- quiero retirar lo dicho, prometo que no volverá a pasar, pero para mí es importante que me retire el castigo, haré todo lo que usted me pida pero por...-.

-¡¡No voy a tolerar más impertinencias!! Nadie cuestiona mis castigos y mucho menos esperarás que te levante la sanción... Es más, por haber venido a reclamar, la haré constar en acta-.

Esas palabras hicieron que mi mundo se viniera abajo, si el castigo constaba en mi expediente sería el final de mi carrera y futuro por ende.

-¿Se puede saber a qué espera? ¡¡Largo de aquí!!-.

-Sí...sí- no pude hablar nada más, el nudo en mi garganta me lo impedía, si tenía que articular alguna palabra en este momento, rompería a llorar-.

Tomé la mochila y cuando ya había atravesado el umbral de la puerta:

-¡A las 4:30! Ni un minuto más ni un minuto menos tarde, ¡¿Entendido jóvenes?!-.

¿Jóvenes? Entonces dirigí mi mirada hacia donde estaba Cole, vaya, cuando no quería que estuviese, allí estaba él. Solo lo ignoré y seguí mi camino.

-¡Camila espera!-.

A lo que yo solo aceleré mi paso. Tenía ganas de todo en este mundo menos de hablar y oh por dios, era tan patética al mostrarme débil ante los demás. 

Colemila: University Love📚 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora