Why RU? (TRADUCCIÓN PAUSADA)

Capítulo 5

—¿No me crees?

—¿Eh?

—¿No me crees, Tor?

—¿Que no creo el qué, Zon?

—Sobre lo que te estaba diciendo, tú y yo estamos dentro de la novela que escribe Sol.

—Espera...

—¡Créeme! Te estoy hablando en serio.

—Zon, espera un minuto, cálmate.

—Solo créeme maldición.

De pronto un llamado lo hace sobresaltarse. Day, que se encontraba a su lado en la mesa, estaba pronunciando su nombre repetidas veces y empujando su hombro.

Parpadeó lentamente volviendo a la realidad.

—Te dormiste en clase.

—Sí...

—Eso es muy raro en ti.

—Bueno, es que anoche me dormí tarde —murmuró frotándose los ojos.

Esa noche se había dormido a altas horas de la madrugada porque estuvo muy entretenido calculando los gastos del dormitorio y los de la compra para todo el mes.

—¿Saifah ya se fue? —ya estando despejado, se dio la vuelta para mirar a su alrededor. El aula estaba completamente vacía.

—Soda lo llamó, le necesitaba para enseñar a los participantes del proyecto a tocar la guitarra. —explicó Day —En conclusión, Zon no aceptó.

—Eso parece. Vi que Saifah tiene otro compañero.

Tutor conocía bien la personalidad de su amigo Zon. No solía ser muy responsable a menos que fuese un desafío propio.

—Oye, Tor, se te ve muy cansado. ¿Estás bien?

—Claro.

—¿Seguro?

—Sí

—Bien, pero si necesitas algo habla conmigo, sino no sabré como ayudarte. —le demostró su apoyo —Ahora tengo que irme, ya es tarde y debo asistir a la practica de baloncesto.

—Yo voy a recoger mis cosas y también me iré.

—Nos vemos el lunes entonces —solo tardó unos segundos en salir por la puerta, y cuando Tutor estuvo solo, suspiró.

Nunca había pasado por su mente la idea de poder quedarse dormido durante una clase. Había tenido suerte, ya que el profesor de esa asignatura no era muy estricto y el aula demasiado grande como para fijarse en solo un alumno.

Después de recoger todo se encaminó lentamente hacia la salida del edificio. No tenía prisa alguna, ya no le quedaban alumnos a los que dar tutoría y no debía ir al café ese día. Aunque estuviera perdiendo el tiempo al menos podría tomar un descanso para dejar de pensar y relajarse.

No había muchas actividades extraescolares por la noche, pero el sonido de adolescentes conversando y riendo le llamó la atención. El ruido provenía de unas cuantas animadoras que presenciaban el partido que se estaba llevando a cabo. Él nunca tuvo la oportunidad de poder participar en ninguna de esas actividades.

—¡Ahh! —un fuerte grito lo sacó de sus pensamientos, se giró de inmediato y corrió hacia la profesora que estaba tendida en el suelo.

—¿Se encuentra bien profesora? ¿Se hizo daño?

—No hay problema, estoy bien. Solo se esparcieron los documentos.

—Espere, la ayudaré. — se inclinó para recoger los folios que estaban por todos lados.